Frente a la crisis, optimismo. Esta es la receta del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se comprometió hoy, durante un acto de aniversario de UGT, a ponerse del lado de los trabajadores "con el viento a favor o en contra". En este sentido, reiteró que el Ejecutivo caminará hacia la mejora de los derechos sociales y se mostró convencido de que España vivirá "más progreso" y "más fortaleza económica" en el futuro. Además Zapatero afirmó que con pesimismo no se crean puestos de trabajo. Por su parte, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, en un discurso mucho menos halagüeño, reveló que no descarta durante algún trimestre crecimiento cero y reconoció que la actual es la crisis "más compleja" de la historia por la cantidad de factores y la repercusión internacional.

Zapatero situó como "su primer compromiso y su primera personalidad" colocarse "al lado de los trabajadores con el viento a favor o en contra". Con estas palabras, escuchadas durante el 120 aniversario de UGT, anticipó que la economía española podrá ir "mejor o peor", pero el Ejecutivo no dará ningún paso atrás" en derechos sociales. En este sentido, se mostró convencido de que el futuro de España será de "más progreso, más generación de riqueza y más distribución, más derechos sociales y más fortaleza económica".

También se refirió a la crisis el ministro de Economía que, en declaraciones a Punto Radio, admitió que en el segundo trimestre el crecimiento del PIB será "menor" al de los primeros tres meses y que al cierre del ejercicio se situará próximo al 2%. En cualquier caso, los pronósticos dependerán de la evolución del precio del petróleo y de las materias primas o de la financiación internacional, ya que el contexto económico es difícil "dentro y fuera" de España.

Solbes indicó que se trata de la crisis "posiblemente más compleja" de la historia por los numerosos factores que influyen en ella, pero confió en la recuperación a través de la puesta en marcha de los "ajustes necesarios" y de la ejecución de las medidas iniciadas por el Ejecutivo, que trasladarán al mercado una inyección de 10.000 millones. "Yo pretendo ser siempre optimista, creo que en este país hay condiciones bastante positivas para seguir haciendo cosas, España tiene bastante capacidad de adaptación y esto lo vamos a superar, no cabe la menor duda", agregó. En su opinión, "el país sigue siendo sano".

De los problemas ya registrados, Solbes situó al paro como "el más grave", al tiempo que defendió la transparencia de los datos aportados antes y después de las elecciones del 9 de marzo por el Gobierno. Respecto a los Presupuestos Generales del próximo año, el vicepresidente aseguró que serán "necesariamente restrictivos".

Las "recetas" del PP

Zapatero volvió a referirse durante su discurso de hoy a la postura del PP para insistir en que "el pesimismo nunca crea puestos de trabajo", pero los populares se siguen oponiendo a la gestión de la Administración y, en cambio, defendiendo sus iniciativas. La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, recomendó al Ejecutivo que aplique las "recetas" de su formación en regiones como la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana o Murcia.

"A Zapatero no le interesa hablar de la situación económica y a nosotros nos parece una prioridad", afirmó, criticando que sería un "esperpento" no tratar este asunto en la próxima reunión del jefe del Ejecutivo con el líder de la oposición, Mariano Rajoy. De hecho, el PP abrirá este viernes en Galicia su curso de verano y, en esta ocasión, el foro girará en torno a la austeridad que deben practicar todas las administraciones públicas, el objetivo de seguir bajando los impuestos y la adopción de medidas para ayudar a las familias.

Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, lamentó que la crisis "no es global, sino asimétrica", puesto que habrá quien saque partido de la situación. En el mismo acto al que asistió Zapatero, el líder sindical advirtió de que en cualquier caso las organizaciones de trabajadores seguirán defendiendo los intereses salariales y económicos de los empleados porque, explicó, "no es el momento de socializar las pérdidas" empresariales.