El consejo de Martinsa-Fadesa ha decidido ayer la "presentación inmediata" del concurso voluntario de acreedores para "garantizar la continuidad de su proyecto empresarial", según un comunicado de prensa y un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a últimas horas de ayer.

Después de más de cinco horas de reunión, la inmobiliaria, que acumula una deuda de unos 5.100 millones, intentará con esta medida "el saneamiento y reorganización de la compañía a través de los instrumentos de la Ley Concursal", para lo cual reestructurará su actividad y venderá activos. En las dos últimas sesiones bursátiles, la del viernes y la de ayer lunes, perdió un 60% de su capitalización.

Según el hecho relevante remitido a la CNMV, el consejo "entiende que la compañía tiene viabilidad" y añade, de acuerdo con un informe de la sociedad de tasación Richard Ellis, cuenta con un patrimonio inmobiliario valorado, a fecha 31 de diciembre de 2007, en 10.805,4 millones de euros.

De esta cantidad, 6.625 millones corresponden a suelo; 3.159 millones a obras en curso; 451 millones a unidades pendientes de venta; 275,5 millones a suelo patrimonio; patrimonio, 161,5 millones y campos de golf, 133 millones.

El consejo considera que la compañía, cuya cotización fue suspendida ayer en bolsa cuando bajaba el 24,74%, "cuenta con recursos patrimoniales y organizativos suficientes para afrontar en el medio plazo la coyuntura financiera negativa que le obliga a presentar el concurso voluntario".

Además, confía en que con los administradores concursales su actividad se centrará "en aquellas actuaciones que supongan la generación de ingresos -venta de activos, gestión del suelo-".

Reestructuración

También enfocará sus tareas para reestructurar la compañía "para acomodarse a las nuevas exigencias del mercado y poder así relanzar su proyecto, una vez culminado con éxito el proceso que ahora se inicia".

El consejo de Martinsa-Fadesa, que seguirá desempeñando sus funciones, ha instado el concurso voluntario "tan pronto como ha tenido certeza de la imposibilidad" de obtener un crédito de 150 millones de euros que habían solicitado al Instituto de Crédito Oficial (ICO) y que serviría para renegociar su deuda.

La empresa también ha explicado que ha pedido el concurso "bajo parámetros de prudencia y diligencia empresarial" y "ante la constatación de las graves dificultades de tesorería" surgidas al no obtener los 150 millones que la compañía precisaba para dotarse de liquidez y seguir desarrollando sus proyectos con normalidad.

En este sentido, ha precisado que ha negociado con el ICO durante 8 meses para conseguir ese crédito y tras conocer el pasado lunes que no obtendría esa financiación pidió a los miembros del sindicato bancario retrasar el plazo previsto en el plan de negocios para conseguir financiación adicional hasta el 7 de agosto.

Martinsa-Fadesa ha indicado que el sindicato bancario no ha contestado a su petición de aplazamiento ni a la solicitud de "el préstamo requerido para cumplir con el Contrato de Financiación Senior, sin que ninguna de las gestiones haya tenido éxito".

La empresa ha explicado que ha acordado esta medida "como mejor modo de evitar un empeoramiento de la situación de crisis que pudiera devenir irreversible y repercutir gravemente en sus acreedores y en los intereses de sus accionistas".

También ha comentado que ha llegado a esta situación por las negativas previsiones de tesorería, inducidas por la recesión de la economía y del negocio inmobiliario, que han desencadenado un estancamiento de las ventas de la compañía y una merma de los cobros, además de por el pago de los intereses financieros.

Martinsa-Fadesa, segunda inmobiliaria cotizada que pide el concurso tras AISA, ha solicitado el apoyo de las administraciones y bancos, así como la comprensión de clientes, proveedores y accionistas porque cree que la administración concursal permitirá "solucionar el actual problema de liquidez y cumplir con los compromisos de pago en el menor plazo de tiempo posible".