Los modelos que se proyectan en Factoría Naval de Marín incorporan novedades de última generación tanto para el entretenimiento, deporte o habitabilidad.

Por ejemplo, algunos de los nuevos megayates estarán dotados de propulsores submarinos individuales, para que los pasajeros puedan disfrutar de las profundidades del mar agarrados a una especie de torpedo autopropulsado como los utilizados en películas del agente 007.

O los SegWay, patinetes eléctricos de dos ruedas de diseño de la Nasa, que permite a los tripulantes desplazarse al llegar tierra hasta 40 kilómetros por hora.

En uno de las embarcaciones se instalará, a petición del armador, una sala con microclima especial que permita la ubicación de una colección de bicicletas.

Otros armadores han pedido que se les construya una bodega a bordo con los niveles de humedad, iluminación y temperatura equiparables a las que pueda tener una en tierra. Por supuesto que, además, todos los barcos llevan sus lanchas, motos de agua y todos los artilugios posibles para disfrutar en la mar.

Factoría Naval quiere dejar su sello en la calidad. Para ello no escatima esfuerzos. Por ejemplo, en el Sea Cloud Hussar se ocultará toda la moderna instrumentación para dar la sensación de que realmente se trata de un barco clásico. En los materiales la exigencia es todavía mayor, así el suelo de las seis cubiertas estarán totalmente cubiertos de madera de teka y el resto de barco tendrá prestaciones de un hotel de gran lujo. Y todo esto se hace aquí, en Galicia.