EP/Redacción / Estrasburgo/VIGO

El Parlamento Europeo respaldó ayer por 518 votos a favor, 53 en contra y 15 abstenciones el acuerdo pesquero entre la UE y Mauritania que, por la negociación de un nuevo protocolo, reduce las posibilidades de pesca para la flota comunitaria pero también la contrapartida financiera de la CE al país africano. Para España, el nuevo protocolo reduce de 39 a 24 las licencias para la flota cefalopodera (en su maoría de armadores gallegos de O Morrazo, aunque con base en Las Palmas) y de 23 a 18 las licencias para la flota atunera con cañas y palangres de superficie.

Los ministros de Pesca de la UE tienen que dar aún su visto bueno al protocolo para que pueda entrar en vigor. La cuestión la analizarán en su reunión del próximo día 15 en Bruselas.

Los titulares de Pesca de los Veintisiete no avalaron el nuevo protocolo en su reunión del 24 junio en Luxemburgo, por las reticencias de España, Países Bajos y Lituania, en desacuerdo con la distribución de las cuotas.

A pesar de que España no tiene pensado vetar el nuevo protocolo si la CE no acepta aumentar su cuota de licencias, la ministra Elena Espinosa ya advirtió que España se reserva el derecho de "recurrir" a los tribunales si no quedaba contenta con el reparto.

El nuevo protocolo reduce en un 25% la pesca de cefalópodos, entre un 10 y 50% la pesca demersal y en un 43% la pesca de pelágicos. La flota comunitaria sólo podrá pescar 250.000 toneladas frente a las 440.000 de antes. El nuevo protocolo también introduce un nuevo paro biológico en mayo y junio, además de los de actuales de septiembre y octubre.

En el caso de España, el nuevo protocolo aumenta el máximo de capturas anuales de crustáceos (excepto langosta y cangrejo) hasta las 7.313 toneladas por año, frente a las 7.183 toneladas en el anterior protocolo. Además, mantiene el mismo número de licencias (17) para la flota atunera cerquera congeladora y para las capturas de cangrejo (300 toneladas anuales).

Recortes

Sin embargo, el nuevo protocolo prevé una reducción de 39 a 24 licencias para pescar cefalópodos y de 23 a 18 las licencias a la flota española atunera con cañas y palangres de superficie.

España también verá reducido su límite anual de capturas de merluza negra con arrastreros y palangreros de 3.600 a 3.240 toneladas, así como de la pesca de demersales (excepto merluza negra) con artes distintas del arrastre. En este caso, la flota española sólo podrá pescar al año 1.162 toneladas frente a las 1.500 de antes.

En relación a la contrapartida financiera, el nuevo protocolo, cuya entrada en vigor está prevista el 1 de agosto hasta julio de 2012, prevé que los armadores abonen 15 millones de euros anuales por las licencias y la contrapartida financiera comunitaria a Mauritania en 86 millones de euros el primer año, igual que en el protocolo anterior-.

Sin embargo, la media anual en los cuatro años de vigencia del protocolo se reduce a 76 millones ya que, a partir del primer año, el protocolo prevé reducir a 76 millones de euros la contrapartida financiera comunitaria el segundo año, a 73 millones el tercero y a 70 millones el último año de vigencia del protocolo.

Por parte de la flota cefalopodera española, agrupada en Anacef, José Ramón Fontán, se reiteraban ayer las críticas a los términos de un acuerdo que ya vienen formulando desde hace meses.

"Es un desastre y sus condiciones son inasumibles", señalaba Fontán, que recordaba que "no-

sotros ya no podemos hacer más; estamos luchando para seguir pescando, hemos expuesto nuestras razones y hasta paramos la flota tres meses para evidenciar que las condiciones son insoportables y no nos han hecho ningún caso".

Fontán indicó que "han ganado los funcionarios de la UE, que parecen hacer más caso a los ecologistas y a Mauritania; pues enhorabuena. No hay novedad. Las licencias para Europa siguen igual y si a España le quitan será porque el Gobierno lo permite".