La compañía Repsol IPF tiene previsto iniciar el día 11 de julio los trabajos de prospección en la costa asturiana en busca de hidrocarburos -petróleo o gas natural-. La nueva campaña se realizará entre Luanco y Ribadesella. De tener éxito esta misión, la Xunta había anunciado acciones similares para reducir su dependencia de los combustibles fósiles.

La campaña se realizará con una duración de un mes y afectará a unos 1.000 kilómetros cuadrados. La superficie de afección es inferior a la de la campaña realizada en el año 2005 y que afectó a 1.400 metros cuadrados.

Fuentes de Repsol explicaron que la intención es que este estudio "tenga una mayor profundidad" que el efectuado anteriormente. El Ministerio de Industria autorizó a la compañía a realizar estas prospecciones en la costa asturiana en el periodo comprendido entre los años 2003 y 2009. Como compensación, Repsol debería realizar inversiones por valor de 16,5 millones de euros, doce en los primeros tres años y el resto en los últimos tres ejercicios, según consta en la autorización de Industria.

El objetivo de la nueva campaña es "conocer cómo es el subsuelo y las formaciones geológicas". A tenor de los resultados de estas campañas, y si los informes no han descartado la existencia de petróleo o gas, Repsol deberá decidir si realiza o no un pozo para "saber qué es lo que hay", según confirmaron fuentes de la compañía.

El índice de acierto es, no obstante, reducido. "De diez pozos que hacen las compañías uno es bueno", explicó un portavoz de la empresa. Este matizó, no obstante, que en el caso de Asturias "aún no está previsto en absoluto realizar un pozo".

La empresa está realizando actualmente estudios de estas características en la costa del País Vasco cerca de la plataforma que Repsol tiene el Bilbao. Asimismo, efectúa una campaña sísmica en Málaga en la que se busca gas.

Federación

Repsol tiene aún pendiente de informar a la flota asturiana de las compensaciones por los perjuicios que podrían causar al sector las prospecciones. La Federación de Pescadores de Asturias reclama compensaciones para unas 190 embarcaciones.

La flota sostiene que las prospecciones podrían afectar negativamente a la costera del bonito, al realizarse entre los meses de julio y agosto.