Manolo Rodríguez / A CORUÑA

La economía española está en horas bajas y Galicia no es una excepción. Los síntomas de debilidad que se apreciaban hace casi un año han desembocado con toda crudeza en 2008. Un repaso a los principales indicadores de la comunidad dibuja un panorama bastante sombrío para la economía gallega, aunque, eso sí, todos los expertos reconocen que, por ahora, los efectos de la crisis llegan amortiguados a Galicia.

Por ejemplo, el pasado jueves, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, admitió la existencia de "importantes y graves" dificultades económicas. Ese mismo día, el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontenla, aseguró que "estamos ante una crisis de liquidez y que las empresas tienen hoy mayores dificultades que hace un año", pese a que Galicia "responde mejor que el resto de España a esta desaceleración acelerada".

La variable que mejor muestra el impacto de la desaceleración en Galicia es el Producto Interior Bruto (PIB). O lo que es lo mismo, el crecimiento de la economía, que en el caso de la gallega se desinfla, aunque menos que la española.

El PIB autonómico creció un 3,2% en el primer trimestre de 2008, respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone 5 décimas por encima del conjunto de España, según datos del Instituto Galego de Estadística (IGE), y 8 décimas superior al de la Unión Europea.

Este incremento interanual del PIB mantiene a Galicia a un ritmo de crecimiento por encima del de España, que fue del 2,7% en el primer trimestre de este año, y de la Unión Europea, que se situó en el 2,4%. Sin embargo, el crecimiento fue seis décimas inferior al PIB registrado en Galicia en el último trimestre del año pasado, por lo que el aumento intertrimestral se situó en el 0,5%, cuatro décimas menos que en los tres últimos meses del año 2007.

El dato no sería del todo negativo si no fuera porque se empezó el año 2007 creciendo un 4,2% en Galicia y un 4,1% en España y se terminó con un 3,8% en la comunidad y un 3,5% en el estado.

Para 2008 las previsiones son de una caída en el territorio gallego en paralelo con el nacional. Según recoge el Análisis Regional del Mercado laboral y de la inflación del mes de junio, elaborado por Caja España, el promedio de crecimiento durante este año de la economía gallega será del 2,4% y de la española, del 2,0%.

Sin embargo, el propio ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, baraja que se cierre el año con un crecimiento por debajo del 2%. Los expertos esperan un comportamiento mejor para Galicia. De manera simultánea se prevé el crecimiento de la economía sumergida, un hecho normal en tiempos de crisis.

Uno de los datos que se ha desbocado en los últimos meses es el Índice de Precios al Consumo (IPC). Los precios han saltado del 1,8% en la comunidad gallega en agosto de 2007, al 4,8% el pasado mes de mayo, dos décimas por debajo de la media nacional.

Los analistas recuerdan que la situación de crisis que se está viviendo no era ningún secreto desde mediados del año pasado y para ello se pone sobre la mesa la evolución de la venta de vehículos, reflejo habitual de la confianza de los consumidores. En el caso de Galicia, como en el resto de variables, el impacto, aunque importante, es menor que en otras comunidades. A mediados del tercer trimestre de 2007, cuando empezó a enfriarse el negocio inmobiliario por efecto de la crisis subprime americana, las ventas de turismos cayeron un 10% en Galicia y un 26% en el resto de España. Este fenómeno no llamó la atención por coincidir con el mes de agosto, pero empezó a preocupar que el despegue en septiembre y octubre fuera, cuanto menos, suave. Sin embargo, el gran golpe llegó en enero cuando las ventas se redujeron en la comunidad un 15% sobre el mismo mes del año anterior.

Esta misma semana se han hecho públicos los datos del mes de junio. En Galicia, el desplome de las ventas fue del 31%, con respecto a junio del año pasado, la mayor caída desde 1997.

Como se advertía en los últimos años, el incremento del de-

sempleo (y no sólo el de los tipos de interés) sería el punto de inflexión para comprobar la evolución de la demanda y de la venta de viviendas. Dicho y hecho. Entre el primer trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2008, las transacciones inmobiliarias se han reducido un 15% en Galicia, cifra que se ha duplicado a nivel nacional (31%). Otra vez el impacto de la crisis es menos acusado en la comunidad gallega.

Y el futuro no pinta mejor para el sector de la construcción. El descenso de los permisos que otorgan los Colegios de Arquitectos para la construcción de nuevas casas en Galicia se precipitó un 54% en el primer trimestre del año, al pasar de los 12.747 visados de los tres primeros meses de 2008 a los 5.781 de los tres primeros de 2007. En toda España se visaron 87.427 unidades hasta marzo, un 59% menos. Esta estadística, que recoge los proyectos previstos por los promotores, da una idea de cuál va a ser la evolución del sector a medio plazo. En abril, ha habido un repunte de visados en Galicia, pero ha sido coyuntural y debido a que los promotores han presentado un aluvión de solicitudes para evitar las Normas do Hábitat que entraron en vigor el 17 de abril.

Y en este panorama de estrecheces económicas, los gallegos siguieron pidiendo más créditos a los bancos y cajas de ahorro. En el primer trimestre de este año, el importe concedido ascendía a 66.353 millones, un 1,2% superior al del último de 2007, pero un 12% mayor que el de los primeros tres meses del pasado ejercicio.

Por eso, no es de extrañar que la confianza de españoles y gallegos se encuentre por los suelos en estos momentos. La confianza de los consumidores a nivel nacional volvió a bajar en junio, por cuarto mes consecutivo, y registró otro mínimo histórico, según el Indicador de Confianza del Consumidor que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICC-ICO). Por su parte, y según los datos del Instituto Galego de Estadística, la confianza de los consumidores de la comunidad se redujo en casi ocho puntos en mayo, hasta los 37,8, la peor cifra desde que se elabora el índice (junio de 2002).

Si los consumidores gallegos están perdiendo la confianza, los empresarios tampoco se quedan atrás. El índice de confianza empresarial autonómico bajó 1,1 puntos en el primer trimestre del año con respecto al trimestre anterior, según los datos del IGE. Este indicador, que muestra el optimismo o pesimismo de los empresarios, refleja un descenso desde los -16,9 puntos del último trimestre de 2007 a los -18 del primero de 2008.

Pero no todo son malas noticias para la economía gallega. Las dos únicas buenas que aparecen en el repaso de los principales indicadores son las que se refieren al paro y a la balanza comercial. A diferencia de España, el paro está aguantando el tirón en Galicia. El número de desempleados se redujo un 2,6% en junio y fue una de las pocas comunidades autónomas donde las cifras descendieron, ya que se registraron 4.071 parados menos. Por su parte, el número total de parados en España se situó en 2.390.424 personas.

En relación a junio del año pasado, el paro se incrementó en España en 424.555 personas, un 21,6% más. Es la primera vez que el paro sube en un mes de junio desde 1996, año desde el que el Instituto Nacional de Estadística dispone de estos datos.

Por último, la balanza comercial gallega acaba de alcanzar el mejor registro de los últimos cinco años y el saldo de las exportaciones supera al de las importaciones, algo que coloca a Galicia como la cuarta comunidad mejor situada del ránking nacional.

Son los dos únicos oasis en verde en un desierto poblado de indicadores en rojo.