Manolo Rodríguez / A CORUÑA

Poco después de la una de la tarde de ayer, justo en el momento en el que el presidente de Martinsa-Fadesa, Fernando Martín, se dirigía a los escasos accionistas presentes en la junta general que se celebraba en el Hotel Barceló -casualmente construido por Fadesa- y en el exterior los trabajadores se concentraban para denunciar su situación, la empresa anunciaba que presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Después de meses de reuniones, Martinsa Fadesa hizo oficial su posición: no cuenta con el 30% de la plantilla de la sede coruñesa, es decir, le sobran 60 de los 200 empleados que aún continúan, y las negociaciones de los despidos se harán en Madrid. Y la forma que escogió -mientras se celebraba la Junta de accionistas y los empleados se encontraban fuera de sus puestos de trabajo- fue enviar un comunicado por la intranet a todos los trabajadores en el que les anunciaba que la empresa procedía a "acometer un ajuste de plantilla" para lo que acudiría "a la vía legal" con la presentación de un "Expediente de Regulación de Empleo".

Esta comunicación coincidió con el momento en el que Fernando Martín aseguraba que la inmobiliaria tendría que "tomar medidas difíciles" que conllevarían "costes sociales elevados". Instantes antes, el consejo delegado de la compañía, Carlos Vela, reconocía que el ajuste de empleo se hará "en toda España, con consenso y buscando la mejor solución posible".

Fueron las dos únicas alusiones que se realizaron en la junta de accionistas, que duró 60 minutos, al proceso de regulación de empleo que arrancará la próxima semana con la primera reunión en Madrid.

La jornada de ayer fue prolífica en reuniones. Comenzó a las nueve con un encuentro entre los representantes de los trabajadores y Fernando Martín, en el que éste les dio "una charla de economía", según fuentes del comité, y les dejó claro que no habrá una negociación diferenciada para A Coruña, como pretendían. La compañía ahora tiene que "estrecharse", les dijo.

También les informó de que la empresa tiene un compromiso con la Xunta, "que cumplirá al 100%", según el cual el proceso de regulación de empleo en A Coruña "no superará los 60 puestos de trabajo". Fuentes de la compañía se negaron a precisar qué clase de compromiso tiene la Xunta con la empresa. La reunión duró hora y media.

A las doce y media comenzó la junta de accionistas. Estuvieron presentes 20 que representaron al 76,4% del accionariado. Sorprendió la ausencia de Juan Carlos Rodríguez Cebrián, el único de los 11 consejeros que no asistió. La Junta aprobó la ampliación del Consejo de Administración, que pasa de 11 a 15 consejeros. Tras ello se ratificó el nombramiento de cuatro nuevos componentes, tres de ellos designados por Fernando Martín, que amplia su representatividad hasta seis.

También se aprobó un incremento de recursos propios de 350 millones de euros y el aplazamiento de la oferta pública de suscripción de acciones.

Desde las once y hasta pasada la una, un centenar de trabajadores se concentraron delante del hotel Barceló donde se celebraba la reunión de los accionistas.