El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó hoy que España crecerá por debajo del 2% al cierre del ejercicio, ya que el ajuste de la economía seguirá siendo intenso en los próximos meses, pero vaticinó que la recuperación comenzará a partir del segundo semestre del año próximo.

Durante la presentación del informe económico del presidente del Gobierno en el Consejo Economico y Social (CES), Zapatero reconoció que el Gobierno prevé un crecimiento débil a corto plazo y, aunque señaló que no será un estancamiento duradero, aseguró que "nadie está en condiciones de precisar a ciencia cierta cuándo concluirá".

"Este es el escenario que razonablemente podemos contemplar a día de hoy, que sitúa el principio de la recuperación de un crecimiento más vigoroso a partir del segundo semestre de 2009", señaló Zapatero, quien consideró que la economía española se enfrenta a una "situación adversa" y a un "intenso ajuste" en el sector de la construcción.

El presidente del Gobierno explicó que la economía ha pasado de crecer "a un buen ritmo" a experimentar una "fuerte ralentización, casi un frenazo", del crecimiento y una regresión en el empleo. "Estamos sufriendo las consecuencias de una empeoramiento creciente de los factores económicos internacionales y de una ajuste particularmente intenso y rápido de nuestro sector de la construcción", señaló.

En este sentido, subrayó que, "se denomine como se denomine", la economía mundial ha entrado en una fase "seriamente adversa", mientras que la economía española atraviesa un periodo "difícil" que afecta a las economías domésticas y "ensombrece" las percepciones ciudadanas.

En concretó, Zapatero señaló que la economía española "se ha deteriorado significativamente" en un periodo de corto de tiempo debido a la crisis financiera internacional, a los altos precios del petróleo, y a un "ajuste muy intenso" en el sector de la construcción, que comenzó en el verano de 2007, pero que se ha acelerado "drásticamente" a partir de los primeros meses de 2008, con un impacto "muy considerable" en el empleo del sector.

No obstante, para el presidente del Gobierno, esta "brusca aceleración" del ajuste hará más rápida la normalización de la actividad inmobiliaria en España y permitirá que la oferta se acomode cuanto antes a la demanda real de viviendas que, a su juicio, seguirá siendo superior a la media de los países europeos durante los próximos años.

En cuanto a la repercusión de la desaceleración en el empleo, Zapatero advirtió que no se podrán absorber durante algún tiempo todas las solicitudes de trabajo formuladas por los desempleados debido a un crecimiento débil con inflación alta "que supone dificultades para la economía española".

España podrá superar las dificultades

A pesar de todo, Zapatero aseguró que la economía española podrá superar estas dificultades, porque "nunca antes" se había enfrentado a una fase descendente del ciclo económico en mejores condiciones de lo que lo hace ahora.

Recordó que el Gobierno dispone de cierto margen de actuación y aseguró que él mismo asume la responsabilidad de usar dicho margen con responsabilidad, al tiempo que rechazó cualquier medida que contradiga las leyes esenciales del mercado o que ponga en entredicho la solvencia de España y el rigor de su política económica en los mercados internacionales.

Así, indicó que las tres premisas del Gobierno para hacer frente al periodo de menor crecimiento serán: la conciencia de las dificultades que atraviesa la economía española, la confianza en las fortalezas españolas y la determinación para adoptar medidas de protección y reformas del sistema productivo.

Mayores dificultades para colocar emisiones

"España está mejor preparada que nunca para afrontar esta situación y superarla", señaló Zapatero tras referirse al crecimiento de la población española en los últimos años, la tasa de población activa, la cualificación en el empleo, la fortaleza de las empresas españolas, la apertura de la economía y las inversiones directas en el territorio nacional y en el extranjero.

Asimismo, destacó la solvencia del sistema financiero español, aunque reconoció que las instituciones españolas siguen estando "más castigadas" que el resto de las entidades europeas en términos de primas de crédito, plazos y exigencias para colocar sus emisiones en los mercados mayoristas.

Margen de obra "suficiente"

El presidente del Gobierno también se refirió al superávit en las cuentas públicas acumulado durante los últimos cuatro años y al recorte de la deuda pública en nueve puntos porcentuales en una sola legislatura, condiciones que, para Zapatero, permiten a España un margen de obra "suficiente" para que los estabilizadores automáticos actúen con todo su potencial.

Además, recordó que, incluso en "este difícil momento coyuntural", hay datos que presentan un signo positivo, como la inversión en bienes de equipo, la capacidad exportadora de las empresas españolas, la inversión directa de los extranjeros en España o la evolución del sector del turismo.

Asimismo, recordó que en los últimos años se ha avanzado mucho en protección social en España, con las subidas de las pensiones mínimas, las ayudas a nacimientos y a la vivienda, el permiso de paternidad o las ayudas a la dependencia, entre otras prestaciones que, según el presidente del Gobierno, no sólo se van a mantener y consolidar en el futuro, sino que el Gobierno desarrollará a lo largo de la presente legislatura. "Cumpliremos todos los compromisos de desarrollo de las mismas", señaló.

Las propuestas del diálogo social, entes del verano

Finalmente, Zapatero hizo mención al diálogo social, una herramienta que consideró "muy útil" durante la legislatura pasada y que, a su parecer, ahora debe serlo "aún más" en una coyuntura difícil. Recordó que el Gobierno ya ha iniciado el diálogo con los agentes sociales y que seguirá trabajando en el futuro para concretar antes del verano los primeros pasos efectivos. "Será más rico que el desarrollado en la etapa anterior, tan fructífero como el de antes y más responsable", adelantó.

Durante la presentación del informe, Zapatero estuvo arropado por los representantes de CC.OO., UGT, CEOE y Cepyme, José María Fidalgo, Cándido Méndez, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, respectivamente, así como por el presidente de ACS, Florentino Fernández, el de Repsol, Antonio Brufau, el del Banco Santander, Emilio Botín, o el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, entre otros.

Desde el Gobierno asistieron la vicepresidenta segunda, Maria Teresa Fernández de la Vega, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, la titular de Vivienda, Beatriz Corredor, el de Trabajo y Asuntos Sociales, Celestino Corbacho, la de Fomento, Magdalena Alvarez, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, la de Administraciones Públicas, Elena Salgado, la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia.