E.P./Efe / Santander/Washington

El subgobernador del Banco de España, José Viñals, valoró ayer la situación del sector bancario nacional y anticipó que no serían de extrañar "procesos de consolidación" como forma de afrontar el entorno actual. En este sentido, indicó que para salir de la crisis con los menores costes posibles harán falta medidas a corto y largo plazo que pasan por la moderación salarial y de beneficios, así como por dotar de una mayor eficiencia y flexibilidad al mercado de trabajo.

Durante su intervención en la clausura de un curso organizado por la APIE en Santander, Viñals indicó que "es posible que puedan suceder procesos de consolidación en la banca española, pero son ellas las que tienen que valorar en qué medida es necesario y cómo lo tienen que acometer". "Son las propias entidades las que pueden llegar a la conclusión de que determinados tipos de alianzas pueden ser la mejor vía para encajar el futuro de la manera más eficiente posible", añadió, pidiendo a las entidades de crédito que actualicen sus plantes de negocio para adaptarlos.

El subgobernador del regulador señaló que el sistema financiero español "no es inmune", pese a que lo han hecho de una forma "excelente" y cuentan con altas provisiones. A su juicio, las entidades deberán guardar el "necesario equilibrio" entre las políticas de asunción de nuevos riesgos y la implantación de mecanismos sólidos de control.

Medidas

Viñals aludió a medidas a corto y largo plazo para hacer frente a la fase de "ajuste intenso", entre las que citó la moderación salarial y de beneficios y la dotación de una mayor eficiencia y flexibilidad al mercado de trabajo, lo que a su juicio permitirán mantener unos ritmos de crecimiento sostenidos a largo y medio plazo. Estas iniciativas, indicó reducirían los costes "sociales y económicos".

"Lo demás significa no aceptar la realidad, no aceptar que la economía española va a crecer a una menor dimensión y el intento de aferrarse a una lucha por conservar el crecimiento nominal de los salarios en los márgenes empresariales", aseveró el subgobernador del Banco de España. Para Viñals, esto "terminará repercutiendo en costes para la sociedad, para empresarios y para trabajadores".

Asimismo, Viñals admitió que el gobernador del instituto emisor, Miguel Angel Fernández Ordóñez, guardó silencio entre diciembre y marzo, antes de las elecciones, por prudencia y para que no interferir "en un sentido u otro" en el proceso electoral. "Yo entiendo que ésa era la posición del gobernador del Banco de España", subrayó Viñals en respuesta a una pregunta de la prensa. En ese periodo "no tocaba ninguna comparecencia ni ningún informe", argumentó.