Con este ajuste, Martinsa-Fadesa persigue adaptarse a la nueva coyuntura del sector inmobiliario, marcado por un descenso de la actividad y las ventas, y corregir la "sobredimensión" que actualmente presenta la compañía.

Representantes de Recursos Humanos de la delegación de Martinsa-Fadesa en A Coruña ya se reunieron ayer con el Comité de Empresa de dicho centro. En el encuentro la empresa avanzó que prevé prescindir de alrededor de 60 trabajadores de la sede coruñesa

El año pasado hubo 140 bajas en la sede de A Coruña de Martinsa-Fadesa, de los que 38 fueron trasladados a Madrid y otros 33 del departamento de Informática fueron externalizados a otra compañía. En lo que va de ejercicio, 34 empleados más han perdido ya su puesto, lo que, según el Comité de empresa, ha repercutido en la pérdida de atribuciones de los 210 empleados con los que cuenta en la actualidad.

Desde la empresa se asegura que la inmobiliaria "debe reestructurarse a nivel estatal en función de sus necesidades" por lo que se negociará en Madrid con representantes de todas las delegaciones para tomar "una decisión "global".