J. Carneiro/Agencias / VIGO/BRUSELAS

La lonja viguesa retomó ayer parcialmente su actividad gracias a la actuación de las fuerzas del orden. Un amplio despliegue policial permitió la entrada al recinto portuario de siete camiones cargados con pescado de importación pese a la resistencia de un centenar de armadores y pescadores que, por segundo día consecutivo, se concentró en las inmediaciones del Berbés para impedir las descargas. En total, se subastaron 11 toneladas de pescado, la mayoría de importación, aunque algunas pequeñas embarcaciones lograron desembarcar especies como sardina, choco, faneca y pescadilla fina, con destino a los mercados locales. Pese a que la patronal pesquera mantiene el calendario de amarres, los 35 barcos que componen la flota viguesa del cerco decidieron poner fin al paro desde hoy mismo, y también los palangreros de A Guarda se niegan a mantener la movilización hasta el día 27 de junio, tal y como estaba previsto hasta ahora.

La entrada al recinto portuario vigués volvió a ser escenario ayer de momentos de tensión entre las fuerzas del orden y los armadores, con el lanzamiento de una piedra que provocó daños en una furgoneta estacionada en el recinto y con enfrentamientos esporádicos entre agentes y manifestantes al inicio de la concentración. Donde no fue posible la descarga de pescado fue en la lonja de A Coruña, donde unos cincuenta piquetes lograron impedir la entrada de camiones de pescado de importación. Todas las salas de subasta herculinas permanecieron cerradas debido también a que la flota de bajura mantuvo el amarre por miedo a represalias, según adujeron fuentes del sector.

Cerco

En lo referente a la bajura, la Consellería de Pesca asegura que más del 75% de la flota salió ayer a faenar, por lo que las correspondientes lonjas estuvieron operativas. Además, desde hoy mismo los 35 barcos de la Cofradía Pescadores San Francisco de Vigo saldrán a la mar, según informó el patrón mayor, José Antonio Tizón. Se unen así a los 60 armadores de unas diez cofradías -más de la mitad del sector del cerco- que el lunes decidieron salir a faenar para no perder los importantes ingresos de la campaña de la sardina, que en esta época próxima al San Juan triplica su valor en lonja. Los miembros de la cofradía se reunieron ayer para analizar la situación, dado que el cerco había secundado el amarre de los barcos de altura, en protesta por el alza de los precios del gasóleo.

"Nosotros no somos grandes armadores, sino mariñeiros propietarios de un barco. El problema es el mismo, pero no todos los cierres son iguales", explicó Tizón. "También tenemos que pagar a las tripulaciones", añadió. También los armadores que integran la Organización de Palangreros Guardeses (ORPAGU) rechazaron ayer la posibilidad de que el paro de la flota de altura se mantenga hasta el próximo día 27 de junio, según informó ayer a Efe el gerente de esta organización, Manuel Sequeiros.

Por otra parte, los mercados y grandes superficies gallegas siguen teniendo problemas para el abastecimiento de pescado -sobre todo de altura- por el amarre de la flota, lo que ha elevado el precio de algunas especies como la sardina, muy consumida en estas fechas por la proximidad de San Juan. Ésta última se vendía ayer a "cinco o seis euros" el kilo en Vigo, un euro más de su precio habitual.

Los pescaderos niegan además que se estén aplicando "márgenes excesivos" en la comercialización del pescado, tal y como sostienen los armadores, y responsabilizan de la diferencia de precios a otros intermediarios y distribuidores.