Intercambio de golpes en las puertas de acceso al Parlamento de Galicia y de bengalas de posicionamiento que armadores y marineros lanzaban al interior de las instalaciones de la Cámara, que devolvían las fuerzas de seguridad, han sido hoy algunos de los incidentes registrados en la movilización de la flota pesquera que se celebró en Santiago.

En la protesta participaron más de un centenar de armadores y marineros llegados de los principales puertos pesqueros gallegos, entre los que se encontraba el de A Coruña, Muros, Noia, Ribeira, Celeiro, Burela o A Guarda, que además de concentrarse ante el Parlamento también realizaron cortes de tráfico en las zonas de mayor densidad de coches en la ciudad.

La protesta, en la que se utilizó un gran número de bengalas de posicionamiento, se hizo coincidir con la comparecencia en el pleno del Parlamento del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, para dar respuesta a una pregunta que le formuló el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en relación a la situación del sector que se encuentra, según este último, en uno de los momentos más graves que se recuerdan.

La sesión fue seguida por armadores que, en un número aproximado de cinco por cada puerto, fueron invitados a presenciarla desde la tribuna, donde había alrededor de unas cincuenta personas.

Éstas tenían interés en llevar a cabo un encierro dentro de las instalaciones del Parlamento, aunque después desistieron de hacerlo a petición del grupo parlamentario que les había invitado, el PPdeG.

En el exterior se registraron peticiones de dimisión de Emilio Pérez Touriño, también se escucharon frases como "Nunca máis en donde estáis", alusivas a la votación de una moción del PPdeG sobre la situación de la flota que no prosperó por los votos de los grupos de Gobierno PSdeG y BNG.

Mientras se celebraba la sesión, los concentrados recorrieron varios puntos de la ciudad para cortar el tráfico, al tiempo que lanzaban balizas de posicionamiento al cielo o botes de humo que se utilizan para señalizar situaciones de peligro en la mar.

Cuando la marcha se encontraba en la avenida de Romero Donallo, un vehículo de la Policía local llegó a tocar levemente a alguno de los manifestantes y un grupo de estos se arremolinó ante el furgón que, con dos agentes en su interior, fue zarandeado casi hasta el vuelco, con lo que los agentes se llevaron un buen susto.

Poco después se acercaron agentes antidisturbios en otros vehículos y la situación se fue normalizando.

Tras regresar a la calle del Hórreo, donde se encuentra la sede del Parlamento, se registraron los momentos de mayor tensión cuando algunos manifestantes hicieron gestos de entrar y se encontraron con la oposición de los agentes de seguridad y de los antidisturbios que se encontraban delante de las puertas de acceso.