Según informó la cadena mallorquina en un comunicado, los nuevos hoteles, de cuatro y cinco estrellas, se ubicarán en los estados de Virginia y Carolina del Norte. En concreto, situados en primera línea del mar, se localizan en las localidades de Virginia Beach, Charlottesville, Chesapeake y Bedford, en el Estado de Virginia, y en las de Carolina Beach y Wilmington, en el estado de Carolina del Norte.

Con esta operación, que ha sido posible gracias a la compra de algunos de los activos de la compañía Tidewater Hotels & Resorts, el grupo hotelero español eleva a 70 sus hoteles en Norte América y a 182 su oferta total de establecimientos en todo el mundo. Según la nota, la dirección de la cadena está convencida "del éxito" de la misma, por lo que no descarta adquirir otros establecimientos externos a la cadena. La operación, cuyo importe no ha sido facilitado, concluirá a finales de este mes.

"La compra de estos activos de Tidewater, se ajusta a los objetivos de crecimiento y completa el producto actual, mayoritariamente urbano, que incrementará en un 25% el portafolio de hoteles gestionados por Crestline Hotels & Resorts", informó el consejero delegado del grupo hotelero en EE.UU. y presidente de Barceló Crestline Corporation, Bruce Wardinski.

Por su parte, el propietario y fundador de Tidewater Hotels & Resorts, Thomas Lyon, se mostró convencido de que "bajo la gestión de Barceló" sus hoteles "seguirán satisfaciendo las necesidades de los clientes y podrán aprovecharse de las ventajas que les ofrece el grupo".

Barceló Hotels & Resorts incorporó su primer hotel en Estados Unidos, en Washington, en 1992, coincidiendo con la celebración del quinto Centenario del descubrimiento de América, para posteriormente en 2002 adquirir la gestora Crestline Capital. Actualmente cuenta con 182 hoteles y más de 45.000 habitaciones distribuidos en 15 países. Su oferta incluye establecimientos vacacionales y urbanos comercializados bajo las marcas Barceló Premium (máxima categoría), Barceló (nivel medio-alto) y Barceló Comfort (hoteles económicos).

Crestline Hotels & Resorts, filial del grupo mallorquín, dispone de un total de 70 hoteles en Estados Unidos --cuatro de ellos todavía en construcción y uno convertido en un centro de convenciones--, lo que supone 14.700 habitaciones gestionadas en 14 estados americanos y en el distrito de Columbia.