Redacción/Agencias / Madrid/ Vigo

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, anunció ayer varios cambios en la estructura de las tarifas eléctricas para tener en cuenta a los colectivos más desfavorecidos y anunció una subida media del recibo de la luz en julio de entre el 5 y el 6 por ciento. "En promedio [la subida de tarifas] estará en torno al IPC. Entiendo que esto será del 5-6 por ciento", argumentó Sebastián tras recordar que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya avanzó el pasado domingo que la luz subirá en línea con la inflación, que está en el 4,7 por ciento (según el indicador adelantado de mayo).

Durante su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso, Sebastián anunció diversos cambios en la estructura de las tarifas destinados a proteger a las economías domésticas con menos recursos.

A partir de julio el Gobierno pondrá en marcha una nueva tarifa social a la que podrán acogerse los consumidores que tengan contratada una potencia inferior a tres kilovatios (KW) en su primera residencia. En esta modalidad, el término de potencia será gratuito y el consumidor sólo pagará por el consumo de electricidad, lo que supondrá una bajada superior al 10 por ciento en su recibo de la luz, dijo el ministro.

Según los cálculos de Industria, en España hay unos 4,5 millones de hogares que podrán beneficiarse de la nueva tarifa social. Además, el resto de las tarifas tendrán un tramo de consumo mínimo gratuito, que se compensará con unas penalizaciones mayores a los que tengan consumos que se consideren excesivos, explicó Sebastián.

Actualmente, existe un mecanismo para penalizar los consumos altos y los planes de Industria son introducir más progresividad en él. Cuando exista un consumo inferior al mínimo exento, cuya cuantía todavía no se ha definido, sólo se pagará el término de potencia contratada.

Esta modalidad tarifaria será compatible con la tarifa social, por lo que puede darse el caso de que haya consumidores que no paguen nada por la electricidad (un usuario acogido a tarifa social que no supere el mínimo de consumo exento).

También existirá una nueva "tarifa de ahorro" en sustitución de la tarifa nocturna, que desaparece a partir del 1 de julio, y que se estructurará en torno a horas valle, en las que el precio será más bajo, y punta, donde el consumo tiene un recargo.

Sebastián destacó que la nueva tarifa amplía de 8 a 14 el número de horas con la electricidad más barata, lo que puede suponer un ahorro de hasta el 3 por ciento respecto a la modalidad nocturna actual.

Por otro lado, señaló que se adelantará la implantación de los nuevos contadores domésticos electrónicos, que permiten conocer el precio de la electricidad en cada franja horaria, y anunció que habrá un periodo de prueba de tres meses en la tarifa ahorro para que los consumidores evalúen si tiene ventajas.

Para beneficiarse del periodo de pruebas, será necesario que el cliente solicite a su distribuidora la instalación de un contador electrónico.

Tras conocer el anuncio de Sebastián, la asociación de consumidores FACUA exigió que la nueva tarifa social se vincule a la renta de los usuarios y advirtió de que sólo podrán beneficiarse de ella "familias que pretendan utilizar simultáneamente un frigorífico, un aparato de climatización y una lavadora".

En la misma línea, la portavoz de la OCU, Iliana Izverniceanu, ha señalado que la tarifa social es "descabellada" al vincularse su precio a la potencia contratada, mientras que desde la CEACCU consideran que los consumidores no son los responsables de que el IPC se haya disparado. Izverniceanu precisó que las familias españolas están ya "agobiadas" por el aumento de los precios en la cesta de la compra y la situación económica que atraviesa España. Así, una subida de la luz es "un misil a la línea de flotación de las economías domésticas". "Supone cargarse la economía doméstica", aseveró esta consumidora.