El presidente de la confederación del sector BITKOM, Bernhard Rohleder, aseguró hoy que las compañías de telecomunicaciones son conscientes de que los datos de sus clientes son su capital y bien más valioso y que por eso el caso actual de espionaje sólo puede ser un caso aislado.

BITKOM y la asociación VATM fueron, junto con el presidente de Deutsche Telekom, René Obermann, los únicos representantes del sector que finalmente acudieron a la cita convocada hoy por el ministro alemán del Interior, Wolfgang Schäuble, con el objetivo de hablar sobre posibles medidas conjuntas para evitar que se repita un escándalo similar en el futuro.

La mayoría de las principales compañías citadas, entre ellas Telefónica, habían cancelado su asistencia al no darse por aludidas por un escándalo que afecta exclusivamente al primer ofertante alemán.

Según las informaciones confirmadas hasta ahora, la compañía alemana utilizó los datos almacenados para espiar en 2005 y 2006 a directivos de la propia empresa, miembros del consejo de vigilancia y periodistas.

El objetivo de esta operación era supuestamente dar con el círculo de personas que filtraba a la prensa información confidencial sobre las actividades de reestructuración de la compañía.

El director de VATM, Jürgen Grützner, sostuvo, tras el encuentro en el Ministerio del Interior, que Deutsche Telekom tiene el mejor estándar de seguridad en Europa, lo que, añadió, no impide que "con la suficiente energía criminal" no se pueda eliminar "siempre" todo sistema de seguridad.

Después de que las compañías del sector dieran "calabazas" a Schäuble, la reunión se celebró finalmente a un nivel inferior al previsto y las dos asociaciones que acudieron "únicamente" se entrevistaron con el secretario de Estado, Hasn Bernhard Beus.

El único en ver a Schäuble fue Obermann, quien tuvo previamente una entrevista particular con el ministro.

En un principio, el ministro pretendía comprometer a las compañías a un mantener un código de conducta voluntario, que sin embargo fue acogido con poco entusiasmo por las empresas.

La Asociación de Funcionarios de la Oficina Criminal calificó el encuentro de "mera reunión de cara al escaparate" y su presidente, Klaus Jansen, insistió en que ante la "increíble" dimensión del escándalo, lo que menos hace falta son citas para tomar "café y galletas", sino un mayor control por parte de los responsables de la protección de datos.

Mientras que algunos miembros de su partido conservador abogaron por endurecer las leyes de protección de datos, el propio Schäuble señaló que la legislación actual es suficiente.

"Las leyes son suficientes. Hemos acordado con las asociaciones en que analizarán si es posible elaborar métodos para mejorar la prevención institucional", dijo Schäuble en Leipzig, durante una visita a un centro deportivo realizada tras la cita en Berlín.

El ministro rechazó modificar la legislación sobre el almacenamiento de datos, como ha pedido la oposición.

"Es una normativa comunitaria que data de tiempos en que algunos de los que ahora están en la oposición y lo exigen estaban en el Gobierno", dijo.