Lousteau presentó su dimisión anoche al jefe del gabinete de ministros, Alberto Fernández, dijeron portavoces del Ministerio de Economía sin hacer más comentarios.

Otras fuentes del Gobierno confirmaron a Efe que la dimisión de Lousteau fue aceptada por la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien designó a Carlos Fernández al frente de la cartera Económica.

La mandataria está reunida con sus colaboradores en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires, apuntaron los portavoces.

Carlos Fernández es un economista del gobernante Partido Justicialista (peronista) que hasta su nombramiento estaba al frente de Administración Federal de Ingresos Fiscales (AFIP), el organismo recaudador de impuestos.

El Gobierno de Fernández, quien asumió el 10 de diciembre pasado, niega que el país sufra un rebrote de la inflación, como alertan consultoras y economistas en momentos en que se duda de las estadísticas oficiales.

Martín Loustau, de 36 años, uno de los más jóvenes ministros de Economía de la historia de Argentina, reconoció el martes que el país tiene que lograr una inflación "moderada y previsible" para evitar que impacte sobre la distribución del ingreso.

Su dimisión fue aceptada en medio de negociaciones con las principales asociaciones agropecuarias del país, que han declarado una "tregua" de 30 días a una huelga de 21 días que suspendieron el 2 de abril pasado y que causó desabastecimiento y un alza de los precios de los alimentos.

La huelga de las asociaciones agropecuarias, que en conjunto reúnen a unos 290.000 productores de todo tamaño, se desató a raíz de un nuevo sistema impositivo puesto en marcha por Lousteau el 11 de marzo último y que encareció las exportaciones de soja y girasol.

La mayor presión del fisco sobre el campo avivó antiguas reclamaciones de ganaderos y productores lecheros, quienes rechazan las regulaciones del Gobierno.

En los últimos días hubo rumores de enfrentamientos de Lousteau con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a quien los productores agropecuarios atribuyen presiones e intransigencia en las negociaciones para superar el conflicto.