Ha sido un año de crecimiento en todos los resultados, que siempre pueden ser mejores, pero no estamos descontentos". Así resumió el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, las cuentas de la multinacional viguesa el pasado año y que ayer fueron aprobadas por la Junta de Accionistas de la sociedad.

Los números del pasado año se concretan en un resultado neto de 25,1 millones de euros, un 11,1% más que el año anterior -cuando se registró un incremento del 22,6% sobre el precedente- y una cifra de negocio de 1.293,4 millones (el 14,1% más que en 2006), de los que 700 corresponden al mercado español.

Durante la reunión de ayer se acordó también destinar 0,45 euros brutos por acción al pago de dividendo, que se hará efectivo a partir del 5 de mayo, según informó la compañía a la CNMV.

Asimismo, la Junta de acionistas aprobó la reelección de Manuel Fernández de Sousa-Faro y a Alfonso Paz-Andrade como consejeros de la sociedad y facultar al consejo de administración para aumentar el capital social en un plazo máximo de cinco años, hasta la mitad del capital en el momento de la autorización.

Con respecto a las posibles consecuencias de la crisis económica en España para la compañía, señaló que el sector de su actividad -la proteína de origen marino- es de los menos sensibles a esta situación y recordó que, aunque el grupo registra aún mucha dependencia del mercado español, las ventas aumentaron más fuera de España, en concreto en Europa y EE UU, lo que hace a la compañía menos vulnerable a crisis específicas.

Fernández de Sousa reiteró la apuesta de su compañía por la acuicultura diversificando especies y países de producción como protección contra crisis puntuales en cualquiera de ambos parámetros. Así, señaló la apuesta del grupo por cuatro especies: langostino (en plantas de Ecuador, Honduras, Guatemala y Nicaragua), rodaballo (Galicia y Portugal), salmón (Chile) y tilapia (cuyo cultivo se inicia este año en una nueva planta en el estado brasileño de Pernanbuco).

Por lo que respecta a la inversión en la planta de rodaballo de Mira (Portugal) señaló que la primera fase se inaugura en noviembre con una producción prevista de 10.000 toneladas y que, la segunda, concluirá en junio de 2009.