Los transportistas que ayer secundaron la segunda jornada de huelga en la provincia de Pontevedra centraron sus esfuerzos en intensificar el bloqueo a la factoría viguesa de PSA Peugeot Citroën y a las empresas de paquetería y logística. En el primero de los casos, la acción de los piquetes logró paralizar -pese a una fuerte presencia policial- el turno de noche de la planta automovilística, así como ralentizar su ritmo de producción durante todo el día. Esto provocó que desde el lunes ya haya dejado de fabricar cerca de 800 coches, según confirmaron fuentes sindicales. De igual forma, los huelguistas recrudecieron la presión sobre las empresas logísticas, como Azkar, Seur, DHL y UPS. La Subdelegación de Gobierno confirmó la identificación de doce personas relacionadas con incidentes durante la huelga como el lanzamiento de piedras y cócteles molotov -que no llegaron a explotar-, el pinchazo de ruedas y la retención de algunos chóferes contra su voluntad por negarse a secundar el paro.

La jornada arrancó con una asamblea informativa a las cinco de la madrugada frente a la lonja de O Berbés, que ayer apenas vio afectada la salida de pescado, según fuentes portuarias. Desde allí, los huelguistas se dirigieron a la entrada de Zona Franca en Bouzas y a los polígonos empresariales de Sárdoma, Valadares, Mos, A Granxa y As Gándaras, entre otros. También hubo piquetes en Cambados, Vilagarcía, Caldas y Marín.

La planta de Citroën volvió a ser la más afectada, y por partida doble. Por una parte, los huelguistas entorpecieron el suministro de componentes procedentes de O Caramuxo (escapes), Valadares (asientos) y Bouzas (ruedas), a la vez que impidieron el transporte de vehículos desde la factoría hasta la terminal de Bouzas con el lanzamiento de piedras y pintura. La línea más afectada fue M2, que fabrica los modelos C4 Picasso y Grand C4 Picasso, y que trabajó con paradas intermitentes. Desde la factoría volvió a hacerse un llamamiento a la calma y a la paz social, y se advirtió de que algunos piquetes han puesto en peligro la vida de algunos conductores no sujetos al convenio provincial.

En este sentido, la Subdelegación de Gobierno confirmó el lanzamiento de dos cócteles molotov contra camiones del grupo Gefco, filial logística de PSA Peugeot Citroën, pero que no llegaron a explotar. El propio subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, reconoció su preocupación porque los pinchazos de ruedas "indican que algunos piquetes portan navajas y otros objetos contundentes", algunos de los cuales fueron intervenidos por la policía. En otras zonas como Mos y Porriño, la Guardia Civil identificó a los ocupantes de dos vehículos relacionados con algunos incidentes, y que serán demandado por la autoridad judicial cuando los daños se hayan cuantificado.

El otro punto de presión de los huelguistas fueron las empresas de paquetería y mensajería, como Azkar, Seur, DHL y UPS, cuyas centrales están en Sárdoma y Valadares, principalmente. Los sindicatos aseguran que el seguimiento en estas empresas es importante pese a que gran parte de su flota está compuesta por trabajadores autónomos no sujetos al convenio.