Empresarios y sindicatos del sector del transporte acudieron ayer a la convocatoria de negociación del convenio colectivo de transporte en la provincia de Pontevedra realizada por el delegado de la Consellería de Traballo en Vigo, Pedro Borrajo, pero la representación económica se negó a realizar cualquier tipo de oferta, cumplimiento con el mandato de la asamblea de la patronal de no negociar mientras se mantenga la huelga.

Los sindicatos no comprenden esta actitud. "Es la segunda vez que la mesa de negociación se reúne con la mediación del delegado de Traballo sin ningún resultado", se queja el secretario de Transportes de CC OO en Galicia, Ramiro Otero.

"Nos mantuvimos reunidos por espacio de dos horas sin que los empresarios pusieran nada sobre la mesa. En las distintas intervenciones que hicieron, reconocen que el convenio es muy mejorable y que están dispuestos a negociar pero a partir del próximo jueves", añadió.

Pero Ramiro Otero teme lo que pueda ocurrir en los dos nuevos días de huelga convocados. "El jueves no sé como estarán las cosas para poder seguir hablando, después de tres días de huelga, porque temo que se pueda recrudecer. Si la patronal trata de medir las fuerzas para saber hasta dónde podemos llegar, puede que la situación se complique mucho más.".

El máximo responsable del transporte de CC OO en Galicia está convencido de que "el bloqueo por parte de los empresarios a la negociación hace que se incremente el malestar de los trabajadores. Eso tiene unas consecuencias que en estos momentos es difícil saber hasta donde pueden llegar".

La negociación podría centrarse sobre unos asuntos fundamentales de la plataforma presentada por los tres sindicatos CC OO, UGT y CIG, como son una subida salarial lineal de 300 euros al mes, pluses los domingos y festivos, dietas internacionales, licencias, seguridad en accidentes de trabajo y formación.

El portavoz de CC OO, sindicato mayoritario del sector, pide a la patronal que "ponga sobre la mesa cuales son los objetivos que quieren alcanzar en cada uno de los puntos que están dispuestos a negociar para que los sindicatos podamos evaluar hasta dónde estaríamos dispuestos en esta negociación. Si no es así, nos seguiremos encontrando ante un frontón que hace imposible el diálogo y, por lo tanto, abocados a que el 5 de mayo pueda empezar algo que nadie desea, una huelga indefinida".

Por su parte el secretario nacional de Transportes de la CIG, José Fernández Piñeiro, advierte de que en la patronal hay una clara división, porque algunos empresarios creen que el convenio es ridículo. Y que son los autónomos los que están complicado el acuerdo. "Esta situación lleva a algunas empresas a estar pagando por encima de lo que marca el convenio, mediante pactos de empresa, a través de incrementar las dietas".