"Estamos bien todos, no hay problemas", aseguró el capitán del barco, quien explicó que los secuestradores se disponían a contactar con su jefe para recibir instrucciones. En el momento del secuestro, en el atunero había 26 pescadores, de los que 13 son españoles (ocho gallegos y cinco vascos).

También en declaraciones a RNE, uno de los secuestradores aseguró, en un inglés muy pobre, que son una milicia somalí y confirmó que sólo querían dinero a cambio de los rehenes. "No problem, this is money", repetía uno de ellos, tras asegurar que los pescadores estaban bien.

El Ministerio de Defensa ha ordenado a uno de sus buques, que se encontraba en las inmediaciones de las aguas territoriales somalíes, que se dirija a la zona en la que se produjo el secuestro. En el buque había 26 pescadores, trece de ellos de nacionalidad española, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores recogida por Europa Press.

La Embajada de España en Kenia, con jurisdicción en Somalia, ha iniciado ya las primeras gestiones y contactos con las autoridades de la zona. Asimismo, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha contactado con países aliados y amigos con presencia en el área.

Por otra parte, Defensa también se ha puesto en contacto con las autoridades militares de países con presencia militar en la zona con el objeto de obtener la colaboración de los mismos en todo lo que suponga apoyo logístico y ayuda en la localización del barco afectado.

El pasado 11 de abril un grupo de 30 turistas, la mayoría franceses, permaneció secuestrado a bordo de su velero por una docena de piratas, también en aguas somalíes. Después de una negociación, entre los filibusteros y el armador del buque, que accedió a pagar un rescate de dos millones de dólares a cambio de la entrega de los rehenes, una operación del Ejército francés consiguió la liberación de los turistas y la detención de seis piratas.