"Será el revulsivo que necesita la economía para afrontar con garantías un escenario incierto, pero también repleto de oportunidades para quien sepa aprovecharlas", asegura la entidad en su publicación 'IEF25' correspondiente al tercer trimestre.

Según el IEF, el inicio de una nueva legislatura supone una gran oportunidad para que los grandes partidos políticos recuperen la senda del diálogo que se había perdido.

En este sentido, recuerda que los grandes acuerdos de la historia de España, como la entrada en la UE, los Pactos de la Moncloa o el Pacto de Toledo han representado algunos de los pilares sobre los que aún hoy se asienta el crecimiento económico.

Por todo, apuesta por un pacto de Estado en materia económica para reactivar la actividad en España, ya que el clima político de la última legislatura no ha sido, a su juicio, el "más conveniente", aunque reconoció la importancia de algunos acuerdos que han hecho posible reformas como la contable, la ley de competencia o la ley de OPA's.

El IEF cree que la actual situación de ralentización demanda una agenda de reformas de carácter de urgencia y considera que, para lograrlo, hace falta que todos los agentes se pongan de acuerdo. "Esa es una de las lecciones más importantes que se deben sacar de los recientes resultados electorales", señala.

Según el instituto, España es un país bipartidista que cuenta con dos partidos fuertes, con vocación nacional, con posibilidades de gobernar y capaces de hacer avanzar a la nación en base a un marco de convicciones y consensos comunes.

LA DIVISIÓN POLÍTICA PROVOCA INESTABILIDAD ECONÓMICA.

En este sentido, cree que la división y el enfrentamiento continuo, además de trasladar a los ciudadanos una tensión innecesaria, provocan una serie de inestabilidades en la economía, mucho más nocivas en un entorno de cambio de ciclo como el actual.

"Para afrontar con garantías los retos que plantea el futuro, se hace más necesaria la voluntad política de todos para aplicar una hoja de ruta previamente acordada y consensuada con todos los agentes sociales", subraya.

En concreto, considera que los dos grandes partidos deberían pactar una simplificación de las normativas autonómicas haciéndolas más uniformes para garantizar la unidad de mercado y permitir mayor dinamismo y agilidad en la actividad económica.

Según el instituto, la economía española aún está muy intervenida y avanzar hacia una mayor liberalización tendrá siempre efectos positivos.

Asimismo, cree que los partidos deberían consensuar la política educativa, la seguridad jurídica y la inmigración, así como diversas medidas para atajar problemas como el absentismo laboral o la insuficiente oferta de trabajadores de cualificación media en España.

"España afronta una legislatura vital para su capacidad competitiva, en la que serán esenciales el compromiso y la capacidad de diálogo entre Gobierno y oposición", concluye.