Las regiones rusas de Volgogrado y Saratov, situadas entre Ucrania y Kazajistán, y que cursaron sus denuncias en 2006, calculan que su perjuicio puede alcanzar los 170.000 millones de dólares, precisa.

El monto representa, según los demandantes, los beneficios virtuales que podrían haber obtenido y que se han calculado en base a proyecciones de producción considerables y en función de los precios del crudo que, desde 1993, se ha multiplicado por cinco.

El asunto se remonta a comienzos de los años 90, cuando la petrolera Elf (posteriormente comprada por Total) y su entonces presidente Loic Le Floch-Prigent deseaban explotar yacimientos en esas regiones de la entonces Unión Soviética.

Un acuerdo fue oficializado en 1992 por los presidentes francés François Mitterrand y Boris Yeltsin que brindaba a Elf la posibilidad de explotar los yacimientos.

Las autoridades rusas afirman que un convenio, firmado el 1 de marzo de 1993, fijaba el período de la explotación en 50 años y que el contrato de explotación-reparto preveía una paridad a partes iguales entre Elf y las dos regiones.

Pero los yacimientos nunca fueron explotados, señala el diario, al recordar que en 1993 Le Floch-Prigent fue sucedido al frente de Elf por Philippe Jaffré, que no dio curso al supuesto contrato.

Jaffré murió en septiembre del año pasado.

"No estoy al tanto de nada", dijo hoy el director general de Total, Christophe de Margerie, a preguntas de la prensa en una conferencia sobre el petróleo en la que participa en París.

Un abogado de Total dijo que no hay lugar para un juicio y que el procedimiento judicial está "teledirigido" por los intermediarios de la operación.

La instrucción del complejo asunto está en manos del decano de los magistrados instructores del tribunal de Nanterre (afueras de París), Alain Philibeaux.