La desaceleración de la economía española, lastrada por el frenazo de la construcción y la crisis financiera, está empujando a los trabajadores gallegos emigrados a otras comunidades autónomas a volver a casa. Sólo en los tres primeros meses del año, más de 2.500 gallegos que desarrollaban su actividad en el resto del Estado perdieron su puesto de empleo y retornaron a Galicia para ingresar en las listas del INEM. Estos datos, proporcionados por el gabinete económico de UGT en base a registros oficiales de las oficinas de empleo, ponen de manifiesto un éxodo que comenzó hace unos "seis o siete meses", y que según los sindicatos no ha hecho más que empezar. Las tres centrales sostienen que el paro se disparará a lo largo de este año por el regreso de más trabajadores gallegos emigrados y la llegada de mano de obra inmigrante. La mayoría de los retornados estaban empleados en los sectores de la construcción y los servicios en Canarias, Madrid y en otras comunidades como Castilla y León.

"La situación es tremenda, ya que retornan los gallegos y sigue entrando una masa importante de inmigrantes", resume Manuel Mera, miembro de la Ejecutiva Nacional de la CIG y hasta hace poco secretario confederal de CIG-Migración. "Es un cóctel explosivo", avisa. Los datos del INEM no dejan lugar a dudas: en enero se apuntaron al paro en Galicia 964 trabajadores autóctonos que habían finalizado contrato en otras comunidades; en febrero, 809, y en marzo, 740. En total, 2.513 personas en tres meses. El propio secretario general de UGT en Galicia, José Antonio Gómez, admite que el regreso de emigrantes ha puesto fin al "buen comportamiento" del paro registrado en la comunidad en el último año y medio, y sostiene que es necesario iniciar programas de reciclaje para que estos desempleados puedan regresar al mercado laboral.

Los tres sindicatos coinciden también en que el sector de la construcción será el más perjudicado en Galicia. Ya en marzo, el número de parados vinculados a esta actividad se incrementó en 2.107 personas, un 13,3% más que en el mismo mes de 2007, y las centrales no auguran una pronta recuperación. "Se da la casualidad de que algunos empresarios gallegos prefieren contratar a los trabajadores extranjeros, sobre todo a portugueses, porque son más baratos, y dejan sin empleo a los gallegos", revela Suso Seixo, secretario xeral de la CIG. "Esto podría desembocar en un problema social grave si no se toman medidas urgentes", añade.

En este sentido, los datos de afiliación de la Seguridad Social muestran que la mayoría de los inmigrantes que vienen a trabajar a Galicia eligen el sector de la construcción para ganarse el pan, pero estas estadísticas no tienen en cuenta a los ilegales. "Los emplean sin contrato y trabajan en condiciones de fraude de Ley", asegura Manuel Mera, quien añade que los inmigrantes ilegales han comenzado a dispersarse también en zonas del rural, como A Fonsagrada, donde se están registrando problemas con obreros brasileños. "Al final se terminarán enfrentando pobres contra pobres", lamenta. Otro responsable de CIG-Migración, Xurxo Martínez Crespo, explica que los inmigrantes no entienden de desaceleración económica, y que seguirán viniendo a Galicia porque "en su país viven peor". "Aunque aquí puedan vivir en una situación en precario, es mucho mejor de lo que tenían en casa", apunta.

La Seguridad Social constató que en marzo estaban afiliados en Galicia 41.961 trabajadores extranjeros, la mayoría de origen sudamericano, un 20,3% más que hace un año. De estos 41.961 afiliados, más de 10.000 desempeñan su labor en el sector de la construcción; otros 4.000 en la industria y el resto en los servicios y actividades extractivas.

Colonia gallega

Canarias es la comunidad que más emigrantes gallegos recibió en la última década, unos 40.000 según el Instituto Nacional de Estadística. El tirón de la construcción en los últimos cuatros años y los servicios relacionados con el turismo fueron el detonante de esta nueva emigración, pero la crisis que vive ahora el sector inmobiliario, unido a la prohibición de nuevas licencias para alojamientos turísticos en el archipiélago, han logrado invertir esta situación. Precisamente esta semana, sesenta albañiles regresaron con sus familias a Galicia después de más de cinco años en Lanzarote y Fuerteventura. Los sindicatos afirma que la verdadera dimensión del retorno se conocerá a final de año con la actualización de los censos municipales.