Durante la presentación del estudio, uno de sus coordinadores, el investigador principal de economía y comercio Paul Isbell, destacó el papel de Estados Unidos, que pasó de ser una "oportunidad estratégica" en 2005, es decir, un país con bajo riesgo, pero con relaciones bilaterales "escasas", a convertirse en "socio fundamental".

En este sentido, Isbell explicó que las relaciones bilaterales entre ambos países siempre se han basado en la "inversión directa", un elemento "bastante volátil", que ha provocado los cambios de posición de este país en el panorama estratégico español.

Asimismo, el índice sitúa como "oportunidades estratégicas" a los grandes socios del NAFTA, especialmente a Canadá, a Japón y China; a Chile y México; y, "en menor medida", a algunas de las economías periféricas de Europa, como Irlanda, Portugal, Austria, Hungría, Noruega y Suecia, y a los países "más dinámicos" del Golfo Pérsico, como Arabia Saudí y Qatar.

Por otro lado, el estudio califica de "retos estratégicos", o países situados "por encima o por debajo del grado inversor, según las agencias de calificación", a Brasil, Rusia y Argelia, así como a Egipto, Perú o Turquía.

El informe destaca que ningún socio económico forma parte de los llamados "riesgos estratégicos", es decir, naciones con las que España tiene una alta interdependencia económica, pero también un alto riesgo. Sin embargo, asegura que existen riesgos "en potencia" como Argentina, Venezuela, Irán, Irak, Libia y Nigeria.

Por su parte, el índice sitúa a España como "oportunidad estratégica" de Brasil, Estados Unidos y Alemania, los tres países que también han sido analizados en el estudio.