El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, auguró ayer un crecimiento "muy bajo" en 2008, menor al 2% en todas las regiones, y "bajo" para 2009.

Gurría, que presentó en una rueda de prensa en Tokio el último informe de la OCDE sobre Japón, señaló que, con respecto a los últimos pronósticos de su organización para la treintena de países que la integran, en los tres primeros meses de este año se habrá reducido "medio punto" la previsión de crecimiento para 2008.

"Será medio punto menos que hace tres meses", dijo el financiero mexicano, para quien el problema actual es que se trata de "una crisis de confianza, en la que todo el mundo se ha convertido en sospechoso", que afecta a todas las transacciones financieras y a todos los agentes del mercado.

"Ha sido peor de lo esperado", admitió Gurría, quien resaltó además que la crisis "durará algo más de lo que creíamos" y hará que el crecimiento en 2009 sea "bajo" para los 30 miembros de la OCDE.

El secretario general de la OCDE calculó que el crecimiento este año estará por debajo del 2% en todas las regiones y reconoció que "todo el mundo admite ya que 2008 va a ser un año difícil".

Para Japón, la OCDE pronosticó hoy un crecimiento del 1,6 por ciento en 2008 y del 1,9 por ciento en 2009, si bien Gurría admitió que esa previsión podría reducirse, pues se realizó con datos de noviembre y diciembre, "cuando éramos más optimistas que ahora".

En la rueda de prensa, el secretario general de ese organismo pidió a Japón que "siga adelante con las reformas clave para su futuro económico", con el fin de incrementar la productividad del sector servicios, reducir su elevada deuda pública -la mayor de la OCDE- y atajar el "dualismo" en el mercado laboral.

Ese organismo recomienda a Japón que ataje las crecientes desigualdades en un mercado laboral con un 34 por ciento de empleados temporales, incremente la transparencia en la regulación financiera y, sobre todo, recorte el gasto público con la meta de alcanzar un superávit primario en 2011.