El Eurogrupo reclamó a los Gobiernos que tomen medidas para contener las alzas de precios, como evitar incrementos de los precios regulados y los impuestos indirectos, y lanzó además un nuevo llamamiento a la moderación salarial, especialmente en el sector de los servicios públicos.

"Estamos extremadamente preocupados por la inflación", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, en rueda de prensa al término de la reunión del Eurogrupo. Señaló que la cifra de marzo es "mala" y que, con toda probabilidad, obligará a la Comisión a revisar al alza el pronóstico de inflación para todo 2008 cuando publique sus nuevas previsiones económicas a finales de abril. En febrero había previsto una inflación del 2,6% para la eurozona.

Almunia subrayó que el Banco Central Europeo (BCE) "está asumiendo sus responsabilidades" para luchar contra la inflación y reclamó a los Gobiernos que "complementen esta política monetaria" con otras medidas, como el aumento de la liberalización en los mercados de productos y servicios, la moderación salarial, el saneamiento presupuestario y la congelación de los impuestos indirectos y los precios administrados.

El comisario de Asuntos Económicos celebró que hasta ahora no se hayan observado "efectos de segunda vuelta" de la inflación sobre los salarios y otros precios, pero alertó de que existen "riesgos" de que estos efectos se acaben materializando y provoquen una "espiral inflacionista".

Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, señaló que el repunte de la inflación se explica principalmente por "razones externas" relacionadas con el incremento del precio del petróleo, de los alimentos y de las materias primas. No obstante, denunció que los Gobiernos "no han estado suficientemente atentos" para evitar subidas de los impuestos indirectos y de los precios regulados. "La inflación se mantendrá este año a un nivel que debe considerarse demasiado alto y que no se ajusta a la estabilidad de precios", dijo.

Juncker reiteró que cualquier aumento salarial debe ir vinculado a la productividad y dijo a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que se manifestará mañana en Liubliana para reclamar subidas salariales, que la lucha contra la inflación es también una forma de "lucha social".

El presidente del Eurogrupo subrayó que "la inflación es un problema que debe preocupar también a los sindicatos" porque "es el enemigo de los débiles, de los que tienen un poder de compra reducido". "Los multimillonarios pueden afrontar sin ningún problema los aumentos de precios de la alimentación (*) Pero los que viven con 300, 400 o 700 euros no pueden afrontar una inflación galopante", afirmó Juncker.

En el mismo sentido se expresó el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, que reclamó también a los Gobiernos que "hagan todo lo que puedan dentro de sus competencias para disminuir los riesgos que vemos en la inflación" y solicitó además moderación salarial. Trichet insistió en que la estabilidad de precios es "esencial" para preservar el crecimiento económico sostenible y la creación de puestos de trabajo.

Por ello, el presidente del BCE pidió a los Estados miembros que no sigan el ejemplo de Alemania, donde se acaba de pactar un incremento salarial de alrededor del 8% en dos años para los trabajadores de los servicios públicos. Trichet indicó que la situación alemana no es equiparable a la de ningún otro país porque durante los últimos dos años los salarios han estado congelados.

"Los países y los negociadores que quieran imitar lo que se ha hecho en la República Federal de Alemania en lo que se refiere a los aumentos de 2008 para la función pública se equivocarían completamente", enfatizó el presidente del BCE.

NO HAY RECESIÓN EN LA EUROZONA

Por lo que se refiere al resto de variables de la situación económica, Almunia expresó su "preocupación" por la situación en los mercados financieros. Señaló que las "tensiones" siguen y que, cuanto más duren, mayor será el riesgo de que tengan un impacto en la economía real. "En el caso de Estados Unidos ya está ocurriendo por los problemas específicos de la economía norteamericana, pero nosotros también estamos recibiendo algunos impactos negativos en nuestras economías, y los riesgos a la baja para el crecimiento de la eurozona han aumentado", dijo el comisario de Asuntos Económicos.

Bruselas ya ha rebajado hasta el 1,8% la previsión de crecimiento para la eurozona en 2008, y a finales del mes actualizará de nuevo sus pronósticos. El comisario de Asuntos Económicos señaló que las últimas cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), que recortan el crecimiento hasta el 1,3%, son demasiado pesimistas y auguró que las cifras finales serán mejores.

"No estamos en un escenario de recesión como algunos observadores han dicho las últimas semanas. En absoluto. Estamos en una ralentización, pero el crecimiento se mantendrá, el empleo está creciendo y el paro está en sus niveles más bajos de los últimos 15 años", dijo Almunia.

Por su parte, Trichet reiteró que se mantienen las "tensiones" en el mercado del dinero, que reflejan "un proceso de corrección del mercado, con episodios de turbulencias y un alto nivel de volatilidad". "Seguimos alerta", remachó.

Y el presidente del Eurogrupo expresó su "inquietud" por los "movimientos excesivos" de los tipos de cambio del euro frente al dólar y al resto de divisas internacionales, y expresó su satisfacción por las reiteradas declaraciones de las autoridades estadounidenses a favor de un dólar fuerte. Juncker señaló que los tipos de cambio deben reflejar los fundamentos económicos y afirmó que el exceso de volatilidad no es deseable para el crecimiento.