El Celta da hoy carpetazo a la breve etapa de Juan Carlos Unzué con un duelo de puro trámite frente al Levante (Balaídos, BEin Sports, 13.00 horas) que pone fin a una campaña decepcionante cerrada claramente por debajo de las expectativas marcadas. El choque presenta muy pocos alicientes deportivos -apenas el orgullo de superar a un rival directo y rascar algo de dinero del pastel televisivo- y destila aroma a despedida por el prematuro adiós del entrenador pamplonés y su grupo de colaboradores, pero también porque puede ser el último de algunos jugadores, como Wass, Jonny o Gustavo Cabral, que han contribuido decisivamente a establecer en estos años las señas de identidad del equipo.

Con este aire de cambio de ciclo recibe el conjunto celeste a un rival lanzado, que se presenta en Balaídos en su momento más dulce de la temporada después de sumar 25 de los últimos 30 puntos en juego, convirtiéndose en el mejor equipo de LaLiga desde que Paco López relevó a Juan Ramón Muñiz al frente del banquillo de Orriols La ascendente trayectoria del cuadro valenciano, que no hace mucho peleaba denodadamente por eludir el descenso, contrasta con la línea descendente del Celta, que acumula seis jornadas consecutivas sin relacionarse con la victoria. Desde que goleó al Sevilla en Balaídos a comienzos del mes de abril, los de Unzué acumulan tres derrotas y tres empates (todos en casa) que han sepultado sus opciones de luchar por la séptima plaza.

A este partido ambos llegan empatados a puntos y con una o dos plazas (depende también de lo que hagan el Espanyol, el Alavés y el Girona) en juego. A los de Unzué les basta con el empate para quedar por encimar de los granotas.

Para lograrlo, el preparador celeste se las va a tener que apañar sin el portero Rubén Blanco ni el centrocampista Pablo Hernández, el Tucu, que no han superado sus respectivas lesiones. Tampoco estará el turco-danés Emre Mor, que sigue apartado del equipo por indisciplina y también está lesionado. La ausencia de estas tres piezas se suma la de Brais Méndez, quien desde el pasado miércoles está a las órdenes de Rubén Albés para preparar con el Celta B la fase de ascenso a Segunda División que el filial inicia mañana en Barreiro contra el Marbella. Unzué ha completado la convocatoria con el portero juvenil Fran Vieites y el centrocampista del Celta B Dani Molina.

También han entrado en la lista Pione Sisto, ausente en el último compromiso liguero en el Santiago Bernabéu por un problema en el tendón de Aquiles y que probablemente iniciará el choque en el banquillo, y Iago Aspas, que apunta a titular tras reaparecer con algunos minutos contra el Real Madrid. A diferencia del Celta, al que no le va gran cosa en el envite, el moañés se propone mejorar sus números como máximo goleador nacional a solo dos días de que Julen Lopetegui haga oficial la lista definitiva para el Mundial de Rusia. Aspas tiene a tiro los registros de anotación de Hermidita, del Pino y Pahíño y podría incluso alcanzar el récord de Mauro Rodríguez, si fuese capaz de repetir el triplete que le marcó a comienzos del mes pasado al Sevilla en el último partido ganado por los celestes.

Unzué ha anunciado que formará un once "lo más competitivo posible" , con lo que no se esperan grandes cambios. Sergio estará bajo el travesaño; Mallo, Roncaglia, Sergi y Jonny, actuarían en defensa; Wass, Lobotka, Jozabed (o Radoja) formarán previsiblemente en medio campo y Aspas, Maxi y Lucas Boyé, que también se despide del equipo, integrarían el frente de ataque.

Paco López, técnico del Levante, no puede contar mientras tanto con Iván López, Toño García, Raúl Fernández Doukuoré, lesionados; así como con el céltico Iván Villar, éste por imperativo contractual. A estas ausencias se agregan las de Emmanuel Boateng, sancionado, Jefferson Lerma, ya de vacaciones, y Rober Pier, que descansa por decisión técnica.

El preparador granota ha anunciado un once novedoso, con presencia de futbolistas menos habituales, con la idea de proteger para el próximo curso a los jugadores que están al borde de la suspensión.