Los partidos en casa siempre suponen una ventaja competitiva para el equipo local. Los jugadores conocen los vestuarios y cada resquicio de la cancha, mientras que el aliento del público suele ser, normalmente, un factor sumatorio de oxígeno extra en momentos complicados.

El Condes de Albarei Teucro, recién ascendido desde Plata, bien sabía a principio de temporada que sus opciones de permanencia pasaban por hacerse fuerte en el Municipal, donde el curso pasado, en Segunda, nadie fue capaz de ganar y solo el Barça B arañó un punto (que al equipo teucrista le valía para ascender).

El equipo de Quique Domínguez tuvo claro desde el principio que debía mantener esta tendencia y en la primera vuelta cumplió con creces. Nueve fueron los puntos que la escuadra teucrista logró sacar en el Municipal antes de llegar al ecuador del campeonato. Guadalajara, Puerto Sagunto, Puente Genil y Atlético Valladolid sucumbieron en Pontevedra, mientras que Ciudad Encantada Cuenca no pudo pasar del empate.

Con solo tres derrotas (Granollers, Puente Genil y Barcelona) en casa y el punto cosechado a domicilio en Cangas, el Teucro finalizó la primera vuelta con diez puntos, un colchón que en esta segunda ha podido administrar bien. Pero gracias a que ha cambiado la tendencia lejos de Pontevedra. Porque a partir de la importante y sufrida victoria contra Zamora (23-22) en el inicio de la segunda parte del campeonato, el conjunto teucrista no sabe lo que es ni ganar, ni puntuar en casa.

Esta mala tendencia se ha visto favorecida por un calendario complicado como local. El Teucro ha disputado cuatro encuentros más en casa en liga más uno de Copa del Rey. El balance es de cinco derrotas. Pero todas han sido con rivales situados entre los siete primeros de la clasificación.

El equipo teucrista cayó por un tanto ante Anaitasuna (19-20). Luego, recibió en Copa al Guadalajara, ahora alicaído pero por aquel entonces fuerte. Y perdió 27-29, aunque luego casi remontó en la vuelta. Tras acercarse a la machada copera, llegaron Ademar (24-32) y Logroño (23-22). El segundo y el cuarto de la tabla no dieron opciones a los azules, muy inferiores.

Pero ahora, tras la parte dura del calendario, el Condes de Albarei recibe al Cangas. Y sabe que sus opciones en el derbi pasan por convertir de nuevo al Municipal en el fortín que fue durante mucho tiempo.