La Copa Federación y su consecución han hecho que el Guijuelo haya quedado en un segundo plano durante la semana en el entorno granate.

El choque de mañana es vital para el Pontevedra porque enfrente tendrá a un rival que se ha convertido en directo después de ver cómo su mala dinámica de resultados le ha ido hundiendo cuando parecía que había amarrado prácticamente la permanencia.

Hace un mes, nadie en Guijuelo pensaría estar a estas alturas a dos puntos del descenso, pero las cinco derrotas consecutivas cosechadas por el equipo blanquiverde han hecho encender todas las alarmas.

Después de vencer al Coruxo por 2-0 el 4 de marzo, el cuadro chacinero ha caído contra Ponferradina (3-0), Deportivo Fabril (0-1), Talavera (1-0), Navalcarnero (0-1) y Valladolid B (1-0). Todas derrotas por la mínima, pero derrotas al fin y al cabo que, unidas a las victorias de los de abajo, han puesto a los de Fabregat en una situación complicada. De hecho, el Pontevedra arrancará el partido con la posibilidad de superar a su rival en la tabla si es capaz de vencerle.

El conjunto salmantino llega a Pasarón con dos bajas. Por un lado, la del zaguero Raúl Ruíz, indispensable para Fabregat y que vio la décima amarilla contra el Valladolid B. Por otro, la del mediocentro Nacho Pérez, expulsado ante el filial.