Comenzó siendo prácticamente un estorbo porque la situación en liga no invitaba a distracciones. Pero acabó convirtiéndose en un bálsamo y el mejor remedio para los males semanales. La Copa Federación tan solo ha traído alegrías al Pontevedra este curso. Y más cuando el pasado miércoles, el equipo granate logró levantarla al cielo por segunda vez en sus algo más de 76 años de historia.

La Copa Federación ha sumado, y mucho, dentro de un grupo necesitado de noticias positivas para acabar con la depresión en la que se convirtió la liga desde el comienzo de temporada. A los inesperados 90.000 euros que ingresará el club en sus arcas y que vendrán que ni pintados, se le suma el hecho de haber podido dar oportunidad de brillar a multitud de canteranos.

Y gracias a la actuación de los jóvenes y de los menos habituales en cada momento, el equipo logró ir pasando rondas y, paralelamente, adquiriendo moral para la competición liguera. Mientras el Pontevedra no rendía a domicilio en el torneo de la regularidad, sumó varios buenos resultados lejos de Pasarón que le dieron la confianza necesaria para acabar con el bloque mental y recuperar sensaciones, primero, y resultados, después, fuera de casa.

fácil contra el rápido

La eliminación a las primeras de cambio en la Copa del Rey contra la Gimnástica Segoviana condujo a que el Pontevedra tuviese que afrontar un torneo considerado, a priori, como menor. El primer rival fue el Rápido de Bouzas, que apostó por reservar a la mayoría de sus titulares. Los granates vencieron en Bouzas (0-1) y arrollaron en Mosteiro (3-0) para firmar un pase fácil a octavos con Luisito todavía dirigiendo.

el burgos hizo sufrir

La final estaba demasiado lejos todavía y el rival de octavos no invitaba al optimismo. Ya con Luismi en el banquillo, un gol de Carlos Ramos en el último minuto en El Plantío dio vida al Pontevedra (3-1), que luego remontó en la vuelta (2-0) y tuvo fortuna para que su rival no anotase.

pase sin victorias

Los cuartos de final traían un rival teóricamente asequible: el Escobedo, de Tercera División cántabra. Sin embargo, el enemigo fue el más bravo de todos y el Pontevedra tan solo pudo pasar por el valor doble de los goles. Los granates empataron 0-0 en Pasarón y en la vuelta, se sobrepusieron al tanto inicial del Escobedo con una diana de Éder que dio el 1-1 y el pase a semis.

k.o. al último campeón

La ronda previa a la final emparejaba al Pontevedra contra el último campeón: un Atlético Saguntino que quería reeditar título a toda costa. Un tanto del juvenil Rivera, que había entrado en la lista por Añón, dio ventaja al Pontevedra en el añadido para la vuelta (2-1). En Valencia, Prosi puso tranquilidad y el Saguntino solo pudo empatar al final (1-1) y amenazar con una prórroga que no llegó.

el premio, en el añadido

El Pontevedra ya rozaba con los dedos el título. Pero quedaba un último peldaño y el Ontinyent se inmiscuía en el camino granate. Después de varias eliminatorias con la vuelta fuera, el partido definitivo se jugaría en Pasarón. El cuadro granate podría levantar un título oficial en su casa. Algo inaudito en su historia. Sin embargo, la clave de la eliminatoria llegó en Valencia. Concretamente en el añadido, cuando Álex González firmó un golazo que dio a los suyos una ventaja considerable (0-1) que supieron gestionar en la vuelta (0-0) para alzar, como nueve años antes, el trofeo copero.

34 jugadores

10 partidos dan para mucho. Y más si son con dos entrenadores diferentes. Tanto Luismi como Luisito tuvieron claro desde el principio que la prioridad era la liga. Por ello, siempre fueron dosificando esfuerzos e incluyendo en las listas coperas a los futbolistas con menos minutos el fin de semana. 22 jugadores de la primera plantilla tuvieron oportunidad de disputar el torneo copero. Tan solo Edu, Miguel Ángel y Añón dejaron de participar en la Copa Federación. Mientras, Carlos Ramos participó en todos los encuentros hasta su marcha (y anotó dos goles). Mongil, Bruno y Etxaniz, que ya no están en el club, tuvieron minutos igualmente.

12 canteranos

La prioridad liguera contribuyó a que los técnicos completasen las alineaciones con canteranos. En total, Luisito y Luismi apostaron por 12 jugadores de la base. Pacheco y Lezcano destacaron con siete encuentros jugados cada uno. Los gemelos Juan y Jesús fueron los juveniles más utilizados, con seis participaciones. Mientras, Rivera, también de División de Honor, jugó solo un encuentro pero anotó un gol que, a la postre, fue decisivo contra el Saguntino. El cadete Carrillo, llamado para la Selección Española sub-16, fue convocado contra el Burgos pero no tuvo minutos.

el despegue de lezcano

Fernando Lezcano no había encontrado su oportunidad en liga. Pese a que se le prometieron minutos con el primer equipo, al punta de Vilagarcía no le regalaron nada. Sin embargo, el atacante acabó derribando la puerta gracias a sus buenas actuaciones en Copa Federación. Lezcano anotó dos tantos contra el Rápido de Bouzas en la vuelta de dieciseisavos. Luego encontró el gol contra el Burgos y repitió contra el Saguntino en la ida de semis, de nuevo en casa. Sus cuatro tantos en siete encuentros le permitieron ser el segundo máximo goleador de la competición, solo por detrás de Víctor Oribe (Vilafranca). Curiosamente, el delantero no jugó la final.

en el podio de títulos

El triunfo en la final de Copa Federación permite al Pontevedra sumar su segundo título en esta competición. El primero fue en 2008. Con esta nuevo trofeo, el equipo lerezano entra en el podio de palmarés y es el equipo "vivo" con más copas. Lideran la clasificación Puertollano y Ourense, con tres títulos pero ambos desaparecidos. Le siguen, con dos, Jaén, Mallorca B y Real Valladolid. Además, Luisito, que comenzó la competición, suma su segunda Copa Federación.

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