Simple y llanamente, no hubo partido. El Condes de Albarei Teucro fue arrollado ayer en su propia estación por un tren riojano que no tuvo compasión del conjunto lerezano. El equipo de Quique Domínguez, después de haber dado un paso de gigante hacia la permanencia en el último encuentro, estuvo demasiado relajado y fue sacado del mapa por un Logroño que llegaba con el ansia de asegurar Europa y asaltar la tercera plaza de la competición.

Aunque las primeras páginas del partido poco tuvieron que ver con el nudo y el desenlace. Pese al frío y desangelado ambiente en el Pabellón, el Condes de Albarei pareció entrar bien el partido. Dos ataques fulgurantes con sendos tantos de Balázquez, titular pese a su reciente regreso de jugar con la selección, dieron el mando del partido a los azules.

Sin embargo, fue un absoluto espejismo. Porque Logroño tardó poco más de dos minutos en tomarle el pulso al encuentro. Comandado por un Ángel Fernández pletórico, el equipo blanquirrojo comenzó a imponer su ritmo infernal. Agresivo en defensa, el cuadro pontevedrés comenzó a obnubilarse en cada ofensiva.

Los azules comenzaban a tener problemas en la circulación de pelota. El esférico volaba lento y el Condes de Albarei no encontraba huecos en la tupida zaga rival. Y entonces, recurría al lanzamiento lejano. Y en esas circunstancias, aparecía un Gurutz Aguinagalde que en la primera parte se agigantó hasta desquiciar a los jugadores locales.

Mientras, en el área rival, pese a que Santana se empeñó en mantener al Teucro con vida en el primer acto, Logroño La Rioja iba imponiendo una considerable ventaja. Ayudó, y mucho, el parcial inicial de 1-10 que el equipo blanquirrojo logró imponer tras los dos tantos iniciales de Balázquez. Del 2-0 al 3-10 en poco más de un cuarto de hora. El Teucro se bloqueaba ante un Aguinagalde que multiplicaba sus brazos y sus piernas en cada acción. Dani y Carlos se estampaban contra el meta desde los siete metros, los lanzamientos de fuera eran repelidos y hasta los goles fáciles rebotaban contra el "12" rival.

Diez minutos tardó el Teucro en volver a anotar, una vez Logroño relajó la marca al verse tan cómodo en el electrónico. Era el 4-10 y entre Balázquez y Moyano pusieron un 3-0 parcial (6-10) que volvió a hacer creer a la escasa afición presente en el Municipal. Sin embargo, La Rioja recuperó la intensidad y dio un nuevo acelerón para marcharse 8-15 al descanso.

Reacción inconclusa

Parecía imposible, pero el Teucro quiso no entregar tan rápido la cuchara. Borja Méndez se echó al equipo a la espalda tras el intermedio y lideró un nuevo marcador de 5-0 para transformar el marcador en un 14-18, ayudado por un paradón de Lloria a De Arco. Los azules tuvieron pelota para ponerse a tres, pero entonces llegó la exclusión de Quintas y en dos contras, Logroño solventó las escasas dudas que podía albergar el resultado con un Ángel Fernández inspiradísimo y letal en cada transición.

El choque moría sin nada que contar, pero el bloque azul sacó su último resquicio de orgullo para acercarse 20-25 a falta de 13 minutos. El Teucro estaba de nuevo suelto pero Borja Méndez, líder durante la segunda mitad, reventó la opción de ponerse a cuatro goles contra el larguero. Logroño cogió el rechace y el indetectable Ángel Fernández aprovechó para poner la rúbrica al resultado y dejar unos últimos diez minutos en los que la mayor historia fue la reaparición de Óscar Silva, que completó un par de minutos de competición después de que una lesión del hombro le haya tenido apartado de la liga durante tres cuartos de temporada.

Con esta derrota y el triunfo sorprendente de Cangas en Guadalajara, el Condes de Albarei se queda a seis puntos del descenso a falta de cinco encuentros por jugarse. Uno de ellos será contra los vecinos de O Morrazo, que ahora mismo marca el primer puesto de bajada a División de Honor Plata, por lo que el equipo azul tendrá que seguir remando y no relajarse por su acaso.