El Pontevedra se ha quedado seco. En un momento clave de la temporada, el cuadro lerezano ha dejado de encontrar portería en acciones que no sean jugadas de estrategia. El equipo pontevedrés no encuentra el gol hilando fútbol y lo ha confiado toda su suerte al balón parado.

Cinco son los encuentros que acumula el Pontevedra sin ver puerta en acciones de juego "corrido". Real Madrid, Rayo Majadahonda, Coruxo, Ponferradina y Deportivo Fabril. En esos cinco choques, el equipo dirigido por Luismi fue incapaz de ver puerta salvo a través de acciones de saque de esquina. Precisamente esos cinco encuentros son los que el Pontevedra acumula sin ganar.

En este grupo de encuentros, el bloque lerezano ha anotado tres dianas. Ante el Coruxo, Éder marcó en una acción embarullada a la salida de un córner lo que fue el 0-1 en un choque que acabó 1-1. Mientras, contra la Ponferradina, primero David Castro y luego Darío Flores fueron los encargados de erigirse como los anotadores en el 2-2 definitivo.

Esos dos partidos fueron los únicos en los que el Pontevedra ha encontrado puerta en esta mala dinámica de mes y medio. Y los únicos en los que el bloque de Pasarón ha conseguido sacar puntos (uno en cada uno) en esta mala racha de mes y medio.

Después de un 3-0 contra el Racing de Ferrol que hizo cundir el optimismo en el entorno, comenzó una mala dinámica que el equipo no ha sido capaz de superar. Este bucle se inició con un 3-0 contra el Real Madrid Castilla muy superior. En otro mal partido a domicilio, el Pontevedra aguantó ante el filial merengue hasta que la media hora, cuando el colegiado le castigó con un penalti más que dudoso.

Hasta entonces, el equipo lerezano se había acercado a la meta de Zidane, aunque tan solo concretó un par de oportunidades no muy claras. Finalmente, el conjunto de Pasarón acabó cayendo por tres tantos. Curiosamente, todos ellos a balón parado.

La siguiente semana el equipo de Luismi recibió nuevamente tres goles. Esta vez, ante el Rayo Majadahonda. El Pontevedra generó dos buenas ocasiones en la primera parte, pero ni Jorge ni Álex González supieron batir a Basilio. Ya en la segunda mitad, los granates fueron más corazón que cabeza y, a la contra, encajaron dos tantos más.

Entonces llegó el partido contra el Coruxo. Un encuentro que fue calificado por todos como "final", por la trascendencia del mismo al ser entre dos rivales directos. El Pontevedra no generó ocasiones directamente por juego en la primera parte, aunque sí a balón parado. De hecho, así llegó el gol de Éder. En la segunda mitad, el equipo visitante hiló un par de contras peligrosas, pero su gran oportunidad de sentenciar fue en una falta lateral cabeceada por Darío y acabó perdiendo dos puntos con la misma moneda: una jugada ensayada.

La semana siguiente llegaron los otros dos goles anotados dentro de esta racha negativa. Fue en el 2-2 ante la Ponferradina. El Pontevedra tuvo varias llegadas no demasiado claras con 0-0 y 1-1. Todas en acciones construidas con pelota en movimiento. Finalmente, tuvieron que ser los lanzamientos de saques de esquina los que otorgasen al equipo un punto cuando el choque ya agonizaba.

El precedente más reciente data del pasado sábado. En este choque ante el Fabril el Pontevedra logró concretar varias acciones de peligro que no acabaron en gol por poco. Curiosamente, ninguna de ellas fue a través del balón parado. La falta de acierto de unos y la puntería de otros condujeron a que los tres puntos se quedasen en Abegondo.

De este modo, el Pontevedra ha enlazado cinco encuentros consecutivos con solo tres goles anotados, todos ellos en remates a puerta derivados de lanzamientos desde la esquina. Esto le ha conducido a sumar solo dos puntos de 15 posibles, ya que en este período ha encajado nueve tantos. De ellos, cinco han llegado a través de jugadas de estrategia.