Muchas veces, las revoluciones son necesarias para agitar las conciencias y provocar reacciones. Y el pasado domingo, Luismi creyó conveniente iniciar una en su once inicial. El técnico vigués, sabedor del potencial de varios de los canteranos que están rindiendo por encima de las expectativas en la Copa Federación, fue valiente e introdujo en el once a Jesús Barbeito y Fernando Lezcano. Directamente.

Los perjudicados fueron Goldar y Añón, que venían siendo indiscutibles para el actual inquilino en el banquillo. También un Mouriño que completó un buen encuentro en Coruxo, un Prosi inédito en liga en las últimas semanas o un Iván Martín al que se le pide algo más que sus tres goles ante Fuenlabrada y Racing.

Pero no todas las revoluciones son sinónimo de éxito y la del domingo, se quedó a medias. Porque aunque el movimiento tuvo visos de poder acabar en éxito, el sustrato a día de hoy es demasiado débil y al mínimo revés, el castillo se cae. Así le sucedió al Pontevedra, que vio cómo el castillo que había fortificado en las últimas semanas en Pasarón se ha vuelto a convertir en un muro de no muy difícil invasión, por mucho que Darío Flores se empeñase en darle valor al empeño con un último ataque agónico y exitoso.

demasiados espacios

El Pontevedra saltó al césped (por llamarle algo) de Pasarón con un esquema 3-4-1-2. Las bandas eran exclusivamente para Marcos Álvarez y Álex González, que tuvieron que abarcar mucho terreno y acabaron agotados. Además, la presencia de dos puntas más la ubicación de Jorge Hernández en la mediapunta hizo que el Pontevedra sufriese mucho para juntarse. El equipo lerezano sufrió de mucha distancia entre líneas, le costó jugar junto y lo pasó mal cuando tuvo que correr hacia atrás. Así llegó el primer gol de la Ponferradina. Kevin Presa y Jesús Barbeito tuvieron que abarcar mucho campo porque para los carrileros el ida y vuelta constante fue demasiada tarea.

goles a balón parado

Una vez más, el Pontevedra encajó un tanto a balón parado. De los 40 que ha recibido Edu hasta ahora, 14 han sido a balón parado. Pero el dato es más sangrante si se criba única y exclusivamente a los córners. El equipo granate ha encajado ya nueve tantos con remates tras un saque de esquina. Real Madrid Castilla, Coruxo y Ponferradina, en tres de los últimos cuatro partidos, le han hecho un tanto de ese modo. En el lado positivo, están las 14 dianas que ha anotado la escuadra lerezana a pelota quieta. Así llegaron los dos tantos ante el club berciano.

mejor tras el descanso

El gol en el último minuto del primer acto y el descanso sentaron muy bien al Pontevedra. Luismi dobló las bandas pasando a un 4-2-3-1 y en esos primeros 15 minutos del segundo tiempo, el Pontevedra completó su mejor tramo, con varias ocasiones gracias a la buena salida de balón y verticalidad. Le faltó pausa y acierto.

k.o. tras el 1-2

Cuando mejor estaba el equipo, Cidoncha castigó con el 1-2. Ese tanto hizo un daño terrible al cuadro local, que se vino completamente abajo al verse de nuevo por debajo en el marcador cuando no lo merecía. Entonces comenzaron los pelotazos. El equipo se partió totalmente y no hubo apenas criterio. Solo empuje.

cambios estériles

Luismi entendió que debía refrescar el once, pero los cambios no surtieron efecto. Añón apenas contribuyó a abrir el campo, no aportó soluciones en ataque y tampoco trabajó en defensa. Prosi lo intentó, pero el ritmo del partido le superó. Solo Mouriño ofreció una mejora a los suyos a base de compromiso.

no es césped, es barro

El estado del césped de Pasarón es cada día peor. Las lluvias y el frío, unido a la acumulación de partidos, han hecho que el firme del Municipal esté en pésimas condiciones. La hierba se levanta, las calvas son visibles y la tierra se transforma en barro y hace impracticable el terreno.