Regresó en 2010 y fue silbado. Y ayer volvió de nuevo al estadio en el que un día fue ídolo y se ganó el perdón de la gente.

Yuri De Souza, uno de los mejores goleadores del Pontevedra en el siglo XXI, salió mal del club tras mandar callar a la afición en uno de sus últimos encuentros con la elástica granate, allá por la temporada 2008-2009.

Sin embargo, ayer el brasileño se ganó el perdón de buena parte de la afición con un gesto que le honró: pidió disculpas nada más anotar el primer tanto de su equipo, del que es capitán y una leyenda.

El brasileño anotó, pero su acto posterior de reconocimiento a su pasado le absuelve en un lugar que un día tuvo a sus pies.