El Teucro perdió una buena oportunidad de amarrar la permanencia y sucumbió ayer ante el Huesca en un partido que se puso muy feo desde el principio y que, pese a ir perdiendo por seis tantos mediada la segunda parte, acabó peleando hasta el final (28-31).

No empezó bien el partido para el Teucro, al que en un primer momento se le pusieron las cosas muy cuesta arriba con un parcial del Huesca de 0-5 para verse desde muy pronto abajo (3-6) y obligando a los azules a ir a remolque el resto del juego. La desventaja por remontar incluso se incrementó hasta los cinco goles (3-8) para dificultar todavía las cosas y obligando a Quique Domínguez a parar el partido ante la pájara de su equipo. El Bada Huesca, con un ritmo muy alto y poniendo velocidad en la pista, estaba haciendo mucho daño y encontrando huecos en el entramado defensivo local, materializando las ocasiones gracias a una enorme efectividad en el lanzamiento en los primeros minutos.

Superado el ecuador del primer periodo el Teucro se empezó a entonar. Con Santana también siendo más determinante en el juego y con el público apretando mucho desde la pista a unos colegiados que quizás no juzgaron con el mismo rasero las acciones a los dos lados de la pista, cargando de exclusiones al Teucro y perdonando alguna en el lado oscense. Pese a ello y con el ruido de su gente, el Teucro volvió a meterse en el partido y a ponerse a dos goles de diferencia (9-11) gracias a una desconexión del Bada en la que Dani Hernández e Iván Fernández aprovecharon sus ocasiones para acortar distancias mientras Santana frenaba los envites rojos en la otra portería.

Pero el trabajo azul se fue al garete de nuevo en el final de la primera parte. Especialmente en un último minuto en el que el Huesca hizo dos goles antes de encarar los vestuarios, el último en una contra casi sobre la bocina que puso de nuevo la ventaja de cinco tantos en el marcador (12-17).

El Teucro entró bien en la segunda parte. Santana y Balázquez permitieron a los suyos reducir distancias en un primer momento, pero lo que parecía el despertar de una reacción acabó quedándose a medias tras dos acciones consecutivas de siete metros para los visitantes que volvieron a dejar de nuevo las cosas como al principio.

El trabajo del meta del Bada, Jorge Gómez, bajo palos tampoco ayudaba a que los de Pontevedra redujesen distancias y el colchón aragonés incluso se fue hasta los seis de diferencia (14-20). El público local se volvió a encender entonces con una rigurosa falta en ataque señalada a Balázquez que hubiese supuesto el 16-20 y que acabó descentrando al Teucro para un 16-22 a falta de poco más de un cuarto de hora que a la postre ya acabó siendo insalvable.

Pese a todo, nadie puede dudar de que el Teucro de este año sea un equipo que se rinda fácilmente. Los azules pusieron toda la casta que tantas veces han demostrado durante la liga para hacer creer en la machada a su gente y llegar a los cinco minutos finales con todo por decidir (26-28). Balázquez, Medina y un infalible Dani Hernández desde los siete metros (siete penaltis anotados sin fallo hasta el momento) fueron los responsables de pelear por una gesta que pudo llegar a ser realidad. El primer y único fallo de Dani desde el punto de penalti con posibilidad de ponerse a uno a dos minutos del final dejó la remontada a medias y puso la mancha en un expediente impecable del de Burela en el partido de ayer.