Son pocas las sesiones que Luismi tiene para preparar la final que mañana disputa en O Vao ante el Coruxo, pero el equipo ya está plenamente centrado en la liga en esta semana atípica de dos encuentros y jornada adelantada al sábado.

Luismi ya sabe que no podrá contar con Añón por sanción y que con Pibe existe un acuerdo verbal con el Coruxo para que no se enfrente a su ex equipo, aunque podría ser alineado si Luismi lo cree oportuno.

El Coruxo no está ni mucho menos en su mejor momento. Desde el pasado mes de diciembre solo han sido capaces de ganar tres partidos y hoy por hoy son un equipo más de los ocho que pelean por no perder la categoría. Con solo un punto de ventaja sobre el Pontevedra, que ocupa puesto de promoción de descenso y con el que tiene el golaverage perdido por el momento, para los de Rafa Sáez el encuentro también es una auténtica final.

El equipo vigués consiguió desahogar la presión del comienzo de la segunda vuelta enlazando dos victorias consecutivas ante Fabril y Talavera a comienzos de febrero, pero dos derrotas seguidas en las últimas jornadas disputadas le han vuelto a dejar en una posición delicada que desencadena el duelo agónico que mañana a las cinco se disputa en O Vao.