Con una amplia trayectoria detrás de partidos dirigidos en la segunda categoría nacional, Mayte Méndez no pierde la ilusión por entrenar al Arxil a pesar del mucho esfuerzo que hay detrás por que su equipo salga adelante cada año.

- 450 son muchos partidos. ¿Se nota el respeto a la veterana de los banquillos cada vez que sale por los campos de la liga?

- Es cierto que cada vez que llego a un campo siempre veo gente conocida, bien a nivel de arbitraje, o en el banquillo contrario o ex jugadoras que ahora hacen otras funciones en sus clubes. Es agradable que respeten lo que es tu trayectoria profesional. Eso sí que se nota.

- ¿Le tratan mejor los árbitros?

- Ni mejor ni peor, pero sí que es cierto que hay un contacto personal cercano. Yo soy una persona a la que le gusta dirigirse a los árbitros por su nombre. Procuro siempre ver quién arbitra en la víspera para ver si es conocido o no y después me dirijo a ellos por su nombre o por su apellido. Creo que forman parte del juego también y me gusta mantener con ellos un respeto. Con la gente con la que ya llevo tiempo trabajando nos tratamos de tú y hay relación cordial.

- En todos estos años al frente del Arxil le ha tocado vivir momentos buenos, malos y regulares. Le pregunto por los primeros ¿cuál es el partido que más recuerda?

- Probablemente uno de los partidos de la fase de ascenso de Lugo, el que ganamos fue muy bueno y ofrecimos un muy buen nivel (61-52 a Plenilunio, temporada 2014-2015). Después también el partido que nos permitió clasificarnos para la fase, aunque no recuerdo ahora contra quién fue, en la última jornada de liga de la temporada 2003-2004 (70-67 ante Don Frío Cáceres).

- ¿Y el peor momento desde que es entrenadora?

- No viví ningún descenso, pero sí disputé dos play off de permanencia. Una temporada que fue clave para nosotras en ese sentido fue la 12-13, al final descendimos, pero por la reestructuración de la liga volvimos a quedar en la competición. Teníamos un equipo muy competitivo, pero son estas cosas que pasan en las que no encajó el equipo y no sacábamos las victorias. Tenemos el handicap de que el presupuesto que manejamos es muy corto y salir a competir todos los años nos suponen hacer un verdadero puzzle. No queremos solamente salir, sino también competir, no queremos estar en la liga de cualquier manera. Ha habido también partidos muy duros, yo no soporto los encuentros con violencia, me sacan de mis casillas. Tolero muchas cosas, pero la violencia mal entendida en defensa y las faltas de respeto entre jugadoras no las soporto. También me han dolido muchas lesiones de jugadoras que las han apartado durante bastante tiempo de la competición.

- ¿Le queda mucha cuerda a Mayte Méndez para seguir sumando encuentros?

- La verdad es que cada vez que acaba la temporada siempre decimos que le estamos dando vueltas al tema y no es por conseguir repercusión. El silencio y el trabajo detrás de los biombos y la publicidad es lo que más me interesa. Cada año me planteo dejarlo porque tengo que poner muchas cosas en la balanza. A nivel personal desempeño un cargo de mucha responsabilidad al ser directora de un centro escolar y orientadora y tengo una familia a la que procuro también atender como puedo, todo eso hace que me lo piense cada año. Pero después pienso que el baloncesto me ha dado muchas cosas, es algo que me encanta y la espinita que tengo clavada es la de no haberme podido dedicar profesionalmente durante algún tiempo a esto. Gracias al baloncesto puedo desconectar del mundo laboral durante unas horas al día y relacionarme con gente del deporte, que es algo que me encanta. Todos los años aprendo.

- ¿Qué le hace falta al Arxil para dar el salto definitivo para pelear contra los mejores?

- Creo que es complicado en estos momentos hacer un equipo completamente profesional por presupuesto. En el caso de que apareciese un sponsor, que es un punto muy importante en estos momentos en el orden del club, sería un buen comienzo. Hemos estado haciendo cálculos y, sin citar nombres, uno de los clubes que están ahora mismo arriba en la liga debe estar pagando de nóminas a sus jugadoras unos 12.000 euros al mes, eso nosotros no lo podemos pagar. Además ahora mismo hay más dinero en el mercado, la liga cambia después de Navidad porque los equipos fichan a dos o tres jugadoras nuevas. En unos años vas a tener que gastar más para conseguir lo mismo que estás haciendo ahora, entrar en el play off está más caro y la salvación también.