Era un partido decisivo. Como tantos derbis en los últimos años, pero con la clasificación a la inversa. El choque iba a marcar un punto de inflexión. Quien ganase adquiriría un subidón de moral. Y venció quien más lo deseó. Porque desde el principio se vio que un equipo tenía hambre por la victoria y el otro salió a contemporizar. Demasiado agarrotado el visitante, muy confiado el cuadro local en sus posibilidades al sentirse fuerte de nuevo en Pasarón.

Pero con las ganas no hubiese sido suficiente. La testiculina ayuda, pero correr por correr nunca da sus frutos. Y el Pontevedra no lo hizo. El equipo granate conocía perfectamente por dónde hacer daño al Racing de Ferrol y le hincó el diente hasta hacerle sangrar.

Precisamente desde los valores que el Pontevedra de Luisito explotó, el cuadro de Luismi arrolló. Porque el ex técnico del Juvenil esta dotando al equipo de mucho más que buena circulación de pelota. Fue una exhibición de presión adelantada, situación desde la que se generó el primer gol. Con sus continuas emboscadas a los efectivos verdes, el cuadro granate encontró efectividad de cara a gol y logró una victoria balsámica que le permite seguir fuera del descenso, pese a que los resultados no acompañaron.

Un sistema que funcionó

Luismi sorprendió de primeras volviendo al sistema de tres centrales que el equipo no utilizaba desde la época de Luisito. Sin Jimmy disponible, el técnico vigués apostó por primera vez por jugar con tres defensores en el centro de la zaga y dos carrileros de diferente perfil: un lateral como Nacho y un extremo reconvertido como Álex González. Y el experimento le salió bien. Ambos jugadores dotaron de agresividad por banda y profundidad al equipo. Mientras, en el centro del campo, el entrenador agrupó a dos mediocentros y dos mediapuntas que ofrecieron superioridad ante unos Trigo y Abel que naufragaron en su antiguo estadio.

darío, muy cómodo

El nuevo dibujo obligó a dar entrada a Darío Flores, que debutó como titular en liga. Y rindió a muy buen nivel. El central uruguayo actuó como hombre libre y coordinó la defensa completada por centrales jóvenes y rápidos que le asistieron perfectamente. Darío ofreció buen juego aéreo, lectura táctica y salida de balón. En definitiva, jerarquía. Además, el jugar arropado le permitió no sufrir en velocidad, una asignatura que mostró pendiente en el encuentro ante el Escobedo.

menos toque, más vértigo

El partido ante el Racing de Ferrol lo hubiese firmado el Pontevedra de Luisito. El equipo lerezano no elaboró tanto como acostumbra y cedió cierta iniciativa al Racing, más necesitado, para buscar sus opciones desde el robo. Sin ni mucho menos replegarse atrás en la primera parte, el bloque granate encontró en el vértigo y la velocidad su gran aliado. Así llegaron el primer y el tercer tanto.

Efectividad

El acierto del Pontevedra en los últimos partidos en casa le está otorgando una enorme ventaja competitiva que le ayuda a vencer partidos. El pasado domingo, el Pontevedra generó seis ocasiones de gol y materializó tres. El porcentaje coge todavía más valor si se tiene en cuenta que tan solo el gol de Iván Martín era una acción de peligro absoluto. Los otros dos tantos fueron grandes disparos de Jorge y Álex González, que encontraron acierto desde fuera del área.

gonzález y su idilio

Álex González se estrenó en liga contra el Racing de Ferrol y el domingo anotó su tercer tanto en liga este curso de nuevo contra el mismo rival. Al jugador cántabro se le ha dado bien enfrentarse al conjunto departamental. Dio igual que jugase como carrilero y tuviese que abarcar toda la banda. El zurdo completó un partidazo y fue decisivo en los tres tantos. Tan solo sufrió en los últimos minutos, en inferioridad numérica por el carril ante Álvaro Rey y Armental.

cansancio y cambios

El enorme esfuerzo realizado en la primera mitad hizo que el Pontevedra llegase muy cansado al tramo final del choque. Jugadores como Jorge Hernández, que no destaca por el físico, o David Añón, que no está pudiendo entrenar al 100% notaron el paso de los minutos y acabaron apagándose. El Pontevedra perdió sin ellos esa gran presión en primera línea. Entre el desgaste, el resultado tan a favor y el empuje del rival, el equipo se fue metiendo atrás y sufrió para salir durante la segunda parte, en la que solo acumuló la contra del gol más allá de alguna opción a balón parado. Con la entrada de Prosi y Berrocal, el Pontevedra no cambió de cara porque ninguno pudo aportar el dinamismo y velocidad necesarios.

10 de 12 en casa

Comenzó empatando contra el Celta B y desde entonces ha vencido a Cerceda, Fuenlabrada y Racing de Ferrol. Dos rivales directos y el líder. El Pontevedra ha recuperado su esencia como local. Pasarón vuelve a ser un territorio en el que para sacar puntos hay que sufrir. Una gran noticia que supone un bálsamo para el equipo. Ya llueve menos en casa Lérez.