No es un partido a vida o muerte. Pero sí marcará un punto de inflexión en la trayectoria de ambos contendientes. Pontevedra y Racing de Ferrol se miden esta tarde en uno de los derbis con más en juego de los últimos años.

Los dos contrincantes llegan en una situación inesperada. Llamados a pelear por grandes cotas, sobre todo el Racing, se ven inmersos en el lodo y trata de acostumbrarse al contexto para salvarse de la quema en el sprint final.

El Pontevedra llega al choque con ventaja. Acumula siete de los últimos nueve puntos en Pasarón, donde todavía no ha perdido con Luismi Areda en el banquillo. Sin reacción todavía como visitante, el equipo lerezano se aferra a su estadio para ir sumando puntos. Tiene 26, cinco más que un Racing de Ferrol que sigue un camino paralelo al de los granates, pero ya no tiene margen de maniobra.

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Tena no funcionó en el banquillo y pareció que el relevo de Ricardo López dio un aire nuevo al equipo departamental. Pero tras romper la racha de 14 jornadas sin vencer hace cinco semanas, ha vuelto a caer en la depresión con un empate en casa del Fabril y tres derrotas consecutivas.

Por todo ello, el Racing llega al partido con una necesidad imperiosa de ganar. Un empate le impediría asomarse a la boca de salida del pozo. Una derrota, le hundiría. Porque el Pontevedra se colocaría ocho puntos por delante, le dejaría muy lejos y podría mirar el futuro con optimismo.

Fernández, la gran duda

Luismi ha tenido a lo largo de la semana a varios jugadores con diferentes problemas físicos. Sin Kevin todavía recuperado de su microrrotura, el estado de Álex Fernández y David Añón ha sido el principal quebradero de cabeza del técnico a lo largo de la semana. Ambos están citados y es probable que puedan entrar en la convocatoria y contar con minutos.

Enfrente estará un Racing de Ferrol que se ha reforzado con nombres de calidad en el mercado invernal. Diego Seoane, Aitor Arregi, el lateral Gonzalo, Álvaro Rey o el ex granate Abel Suárez vienen a completar una plantilla que no está dando el rendimiento esperado pese a que sobre el papel es muy potente.

Un Pasarón que lucha por recuperar su césped será el escenario de un derbi en el que la emoción, la tensión y los nervios están asegurados por todo lo que hay en juego. El Pontevedra busca seguir su racha en casa, sabedor de que herir al rival hoy significa respirar.