El Condes Albarei Teucro sigue demostrando que tiene más vidas que un gato y ayer vendió su piel más cara que nunca para caer con honores ante un Helvetia Anaitasuna que tuvo que esperar hasta el último suspiro para apuntarse la victoria (19-20). La lesión de Balázquez al comienzo de la primera parte condicionó un partido en el que Quique contó con pocos hombres para rotar (Medina no jugó ni un minuto) y en el que jugadores del filial tuvieron que jugar muchos minutos. Unos inmensos Santana y Borja Méndez casi hacen posible otro punto milagroso como el de Guadalajara.

La primera parte estuvo condicionada por el gran número de imprecisiones que castigaron los primeros minutos de ambos equipos. Ni Teucro ni Anaitasuna arrancaron finos en el lanzamiento y mostraron ciertos problemas para hacer circular el balón, lo que se tradujo en demasiadas pérdidas y un marcador corto en el que las ventajas eran mínimas y las alternancias en el marcador constantes al no haber un dominador claro del encuentro.

Al Teucro, ya de por sí mermado en cuanto a lesiones por las importantes ausencias de Carlos García, Óscar Silva y José Rial no le perdonó la mala fortuna tampoco ayer. Si ya fuera poco que Quique Domínguez dirigiese el encuentro desde el banquillo con muletas, al banco de los locales se sumó a los pocos minutos un nuevo lesionado. El cubano Yoan Balázquez se hizo daño en la rodilla izquierda en una jugada de ataque en la que un defensor rival se le cayó encima. Tras unos minutos sentado con hielo, trató de probarse de nuevo para certificar que efectivamente no podía seguir y ser sometido a un fuerte vendaje con el que permaneció fuera de la pista todo el partido.

Sin Balázquez en el juego, al Teucro lo sostenía el acierto de Dani Hernández desde los 7 metros, las paradas de un muy activo Javi Santana y un cada vez más importante Borja Méndez. Los de Pamplona se sentían cómodos en defensa, bien arropados atrás con un 6-0 y sabedores de que el peligro del lanzamiento de larga distancia que supone tener a al cubano en la pista estaba anulado. Pero Méndez vio una oportunidad en esta ventaja y soltó un brazo magistral para sujetar a los suyos en ataque con cinco goles de bella factura en la primera media hora, el último de ellos en el último segundo de la primera parte para subir el empate a once al electrónico.

En la segunda mitad Balázquez certificó definitivamente que el partido se había acabado para él y se quedó directamente en el vestuario para salir más tarde que sus compañeros, ya con la sudadera puesta.

El Teucro entró bien en la segunda parte, consiguiendo superados los primeros diez minutos una ventaja máxima de dos goles (15-13) gracias a un tanto de Iglesias a la contra. Pero los minutos avanzaban, las exclusiones iban cayendo del lado local y la defensa de Anaitasuna cada vez tenía más controladas las embestidas de los azules.

Con el Teucro enredándose una y otra vez en el 6-0 impuesto por los visitantes, los de Pamplona lograron ponerse por delante por primera vez en toda la segunda parte a falta de minuto y medio para el final (18-19). Dani Hernández volvió a reponer las tablas desde los 7 metros en uno de los dos tantos que el equipo de Pontevedra anotó en los últimos diez minutos del encuentro.

Anaitasuna dispuso de la última posesión para, después de dos tiempos muertos, hacer a falta de tres segundos para el final el definitivo gol de la victoria visitante en un balón que recibió el pivote Ugarte y ante el que nada pudo hacer Santana, autor de 15 paradas en todo el encuentro.