El Escobedo no ha querido atender a las demandas del Pontevedra para cuidar el maltrecho césped de Pasarón y no ha aceptado la solicitud del equipo granate de disputar la ida de los cuartos de final de la Copa RFEF en el campo de Mosteiro, tal y como ocurrió hace dos eliminatorias ante el Rápido de Bouzas.

En el equipo cántabro les es indiferente que el terreno de juego esté impracticable y este miércoles a las 20 horas el verde del estadio pontevedrés volverá a ser machacado nuevamente con un partido de fútbol en el que el balón difícilmente podrá circular con comodidad teniendo en cuenta cómo estaba ya el césped antes de jugar contra el Fuenlabrada y cómo ha quedado después tras los 90 minutos de liga.

Las previsiones para el partido no son de lluvia y el campo, levantado y con mucha tierra, no se convertirá al menos en un lodazal impracticable como sí podría pasar en el caso de que llegase la lluvia que ya provocó que Pasarón luzca de esta manera tras los encuentros ante Cerceda y Burgos que lo terminaron de estropear hace algunas semanas.