El Cisne se deja los puntos en el tramo final

Pese a la derrota, el Cisne estuvo en el choque hasta el tramo final, cuando una crisis de gol se llevó por delante sus opciones de puntuar en Zarautz.

Amenabar planteó un comienzo eléctrico y el Cisne aceptó la invitación encantado. El choque tenía un ritmo altísimo, pero carecía de control. En tan solo 15 minutos, el tanteador ya se había ido al 11-8.

El equipo pontevedrés competía y lo siguió haciendo a pesar de las exclusiones. Tiró entonces, en los malos momentos, de una primera línea comandada por Casares y Andrés Sánchez, pletóricos, para lograr empatar el choque (15-15) e irse al descanso con solo un tanto de desventaja.

Estaba por ver si el cuadro cisneísta salía bien del paso por los vestuarios, una de sus lacras. Y mantuvo la competitividad hasta un poco antes del minuto 40 de juego (19-19). Entonces, llegó el apagón. El cuadro pontevedrés encajó un parcial de 7-1 condicionado por las exclusiones de Carlos Pombo y Miguel Simón del que no fue capaz de levantarse. Ni el tiempo muerto solicitado por Jabato con 24-19 evitó el 26-20 con el que se llegó al minuto 47.

Parecía todo perdido, pero el Cisne no tiró la toalla e intentó de nuevo darle la vuelta al partido. Pero pese a la aparición de Dani Tolmos para colocar 27-23 a falta de siete minutos, el choque semejaba sentenciado.

Entonces, con todo ya perdido, Andrés Sánchez toco a arrebato y logró acercar a los suyos a dos goles. Quedaban tres minutos y medio y el Cisne creía más que nunca con el 29-27 en el electrónico.

Pero entonces, llegaron las prisas, faltó el acierto y Jabato fue excluido por protestar una acción. Todo ello acabó desembocando en una sequía del Cisne que tuvo bola para ponerse a un gol, pero acabó cayendo por cuatro ya conducido por la impotencia y la desesperación.

Pese a la derrota, el cuadro cisneísta sigue en buena posición para aspirar al play off. Es quinto, aunque con dos partidos más que el sexto Sinfín.