El Pontevedra tiene como prioridad absoluta reforzar la defensa en el mercado invernal. A pesar de que el único fichaje oficializado hasta la fecha es el de Nacho López, un lateral derecho, el club considera necesario seguir invirtiendo tiempo y recursos en mejorar su zaga. Por ello, la entidad granate pretende incorporar como mínimo a un central y baraja la opción de firmar a otro.

Desde el club entienden que el equipo debe ganar solvencia defensiva y además, presenta un déficit de efectivos en esa posición tras la marcha de Víctor Mongil destino Atlético Levante. Por ello, la dirección deportiva trabaja en encontrar a jugadores contrastados que ofrezcan un rendimiento inmediato, algo acorde a las imperiosas necesidades del equipo. Asimismo, el Pontevedra también maneja la idea de reforzar otros puestos ya consabidos, como los extremos o la delantera.

De este modo, la idea de la entidad pasa por cerrar la llegada de cuatro o cinco refuerzos invernales. Pero aunque esta semana podría haber novedades, desde el club aseguran que lo lógico es que varias de estas incorporaciones se ultimen en los últimos días del mercado, cuando la actividad se intensifica.

Pero para dar altas, también tendrán que llegar las bajas. Y el Pontevedra estudia a qué jugadores tendrá que invitar a marcharse en caso de que ellos no soliciten abandonar el club. Y pese a que no han trascendido nombres, la idea en este caso es liberar al menos tres fichas. Y una de ellas podría ser de un jugador sub-23.

Quien rescindirá con casi total probabilidad es Miguel Ángel Muñoz, aunque a día de hoy el club y el jugador no pueden finalizar su vinculación debido a que este último se encuentra todavía de baja médica.

Asimismo, la entidad ha recibido varias llamadas preguntando por la situación de al menos media decena de futbolistas. En este sentido, el Pontevedra cuenta al menos con la gran mayoría de ellos y ha cerrado las puertas a su marcha.

Añón, posible ausencia

En otro orden de cosas, el Pontevedra regresó ayer a los entrenamientos en A Xunqueira. Luismi tuvo a su disposición a todos los jugadores del primer equipo salvo a David Añón, que continúa siendo seria duda para el choque del domingo ante el Cerceda y ayer realizó ejercicio de rehabilitación junto al fisioterapeuta Pablo Verde.

La buena noticia para el extremo es que los resultados de sus pruebas médicas han arrojado que padece un edema óseo en el pubis, pero no tiene afectación muscular. El doctor recomienda aproximadamente una semana de precaución, pero aún no está decidido si el coruñés forzará para jugar algunos minutos del importante choque ante el Cerceda.

Quien parece probable que pueda volver a la convocatoria es Prosi. El mediocentro ovetense evoluciona favorablemente de la rotura de fibras de grado 2 en la unión miotendinosa del músculo semimembranoso, ubicado en la región isquiotibial. Ayer completó buena parte de la sesión al mismo ritmo que sus compañeros, aprovechando que la mayoría de los trabajos fueron con balón.

El zurdo se retiró por precaución antes de finalizar la sesión, de unas dos horas de duración y que comenzó con un calentamiento por el entorno de la Illa das Esculturas. El centro campista se encontraba algo cargado muscularmente, pero todo hace indicar que podrá partir desde el banquillo el domingo.

Otro que también tuvo que retirarse antes del final del entrenamiento fue Jesús Berrocal, en su caso por precaución al sentirse también algo cargado. Además, Edu sufrió un golpe en el tobillo al intentar detener un disparo, aunque pudo completar la sesión y, a priori, no tendrá ningún problema para estar en plenitud de condiciones en el duelo contra el Cerceda.