Los resultados todavía no han acompañado y la mala dinámica iniciada a finales de octubre se mantiene. Pero Luismi Areda no pierde la compostura y prosigue con su discurso. El técnico celebra el punto ante el Celta B y lamenta el "mal partido" del equipo ante el Rápido de Bouzas. Pero recalca que el trabajo semanal es el correcto y la plantilla confía "totalmente" en él.

Varias fechas después del encuentro contra el Rápido de Bouzas y una vez analizado y digerido, Luismi todavía no le encuentra explicación. "Tuvimos unos fallos de concentración puntuales que fueron muy graves. No estuvimos en el partido en la primera parte y eso se paga. Sinceramente, todavía no sé explicar porqué pasó eso, porque durante toda la semana trabajamos el partido e incidimos en lo importante que era mantener la atención en cada acción. Era la clave y no debe volver a ocurrir", expresa todavía "dolido", al igual que su plantilla. "Ellos son los primeros fastidiados", recuerda.

Con respecto al cambio de estilo del choque, el técnico admite que apostar por un fútbol más directo no salió bien. Pero explica que esa salida de balón menos comprometida tenía la finalidad de "no arriesgar en campo propio". "A partir de ganar el balón en campo contrario queríamos tener más paciencia para construir. Pero no conseguimos imponernos en ningún momento y entonces, sufrimos", señala.

Sobre el hecho de que en pleno proceso de construcción debiese plantear una semana "diferente" por jugar en el sintético del Baltasar Pujales, Luismi admite que "trastocó". "Necesitamos tiempo para trabajar. No puedo decir un plazo porque no lo hay. Creo que lo que se debe ver es una progresión en el equipo. No nos pueden exigir el primer día como si llevásemos entrenando dos meses. Aunque evidentemente necesitamos que los resultados buenos lleguen ya. Pero creo firmemente que si plasmamos lo que entrenamos, llegarán. Porque es más fácil y el jugador se siente más cómodo", apunta.

La primera oportunidad para cambiar la dinámica será el choque contra el Cerceda del próximo domingo. Un partido que Areda considera "trascendental", ya que se medirán al último clasificado, que llega en peor racha que el Pontevedra. "Nunca sabes qué es mejor. Si enfrentarte a un equipo que llega con menos urgencias o a uno más necesitado. Lo que debemos hacer es pensar en nosotros y, por supuesto, ganar dando una buena imagen porque es importante recuperar sensaciones", finaliza.