Al igual que ocurrió en la Junta del pasado año, el Consejo de Administración se encontró la oposición de un importante paquete accionarial, que representa algo más del 36% de las acciones del club en propiedad de los hermanos Manuel y Luis Abal Camiña y que preguntaron y votaron en contra o se abstuvieron en la práctica totalidad de todos los puntos del día.

Su representante Jose Luis Tilve López y Jose Manuel Fernández Méndez se mostraron en contra de las cuentas de la pasada temporada así como del presupuesto para la presente campaña. Antes de empezar la propia Junta, Tilve ya manifestó su intención de impugnarla debido a que, al parecer, el club no le facilitó el acceso al "libro de accionistas" por lo que consideraba que se "había vulnerado su derecho a la información".

A partir de ahí y con su negativa en muchos puntos, la mayor diputa llegó en la discusión de la renovación de la empresa Sogal como auditora de las cuentas del club. Tilve consideró que la empresa mencionada había realizado con anterioridad una "auditoria parcial", motivo por el cual consideraba que estaba inhabilitada por el cargo. Dicha afirmación generó un debate entre todas las partes y algunos de los accionistas presentes, como Diego Murillo, llegaron a decir que sus afirmaciones podrían ser incluso denunciables.

Curiosamente, y a pesar de que el año pasado este paquete accionarial exigió su ingreso en el Consejo de Administración, no votaron en contra en el punto de la renovación de Luis Durán como consejero por cinco años ni presentaron candidatura alguna para este puesto.