En una semana de trabajo atípica debido al partido entre semana que el Pontevedra tuvo que afrontar en Burgos con motivo de la Copa Federación, los granates están ya plenamente centrados en el choque más importante de la semana, el que les medirá mañana al Rápido de Bouzas en liga en el que será el segundo examen serio de Luismi para sacar al equipo de la zona baja de la clasificación.
El entrenador vigués sigue profundizando en las ideas que han traído el cambio al equipo. La nueva filosofía necesita tiempo para consolidarse y con poco mas de una docena de sesiones de trabajo no se puede considerar aún afianzada. Los cambios se están empezando a notar poco a poco y a muchos niveles, desde la modificación en el horario de los entrenamientos para pasar a trabajar ahora solo de mañana en A Xunqueira, hasta la permutación de los banquillos en Pasarón.
La idea es clara, salir con el balón jugado desde atrás. Los mediocentros tienen ahora un mayor protagonismo al meterse mucho más que antes entre los centrales para iniciar el juego. La mala suerte para Luismi está en las bajas, ya que dos de los jugadores que ocupan esta posición en el campo no van a estar disponibles para ser de la partida en el Baltasar Pujales. Prosi continúa lesionado y ejercitándose al margen del grupo y Adrián León está sancionado al ver ante el Celta B la quinta tarjeta amarilla.
Esas son las dos bajas seguras, pero además podría haber una tercera ausencia que no se puede concretar hasta hoy. El máximo goleador granate, David Añón, se ha pasado toda la semana entre algodones por una molestia muscular que lleva dándole problemas desde hace días y ayer volvió a estar trabajando con el fisioterapeuta de cara a poder reingresar en el grupo en el entrenamiento de esta mañana en Pasarón, que se va a celebrar a puerta cerrada. Ahí será donde Luismi decida qué jugadores entran en la convocatoria. "Estamos viendo su evolución en estos días para ver cómo evoluciona. Hay que cuidarlo porque sabemos que viene de estar con molestias y debemos ir midiéndonos y cuidarlo. Mañana (por hoy) veremos cómo se encuentra", dijo el entrenador granate de su futbolista.
En cuanto al plano físico, en una semana de viajes largos y partido entre semana, Luismi ve a la plantilla "bien físicamente. Las sensaciones son buenas. El viaje fue largo, pero el jueves ya fue de recuperación y hoy (por ayer) ya estan todos al 100% y tienen ganas de que llegue el partido de Bouzas para sacar los tres puntos". En la sesión matutina de ayer ya se estrenó con sus compañeros el reciente fichaje Nacho López, de quien el entrenador del Pontevedra dijo que "viene con ritmo al venir de estar jugando y eso siempre es de ayuda. Ahora le queda adaptarse a los compañeros y acoplarse a la idea de juego que tenemos", indicó del asturiano de quien aclaró que "no habría ningún problema" para entrar en la convocatoria del domingo en caso de que lo considere oportuno.
Acabar las jugadas
Durante estos días el Pontevedra ha seguido trabajando en la idea que ya se intuyó ante el Celta B. Luismi ha insistido a sus pupilos en la necesidad de terminar las jugadas, precisamente una de las cosas que faltaron en el estreno liguero del ahora técnico granate.
En Bouzas Luismi espera un partido en el que "estamos condicionados por el campo. A partir de ahí, tenemos que trabajar y disputar los balones. Va a ser un partido complicado ante un equipo que allí se hace fuerte". Para el entrenador de Vigo la adaptación al terreno de juego pasa por ser una de las claves ya que "tiene mucho caucho, no es fácil el bote del balón y combinar es complicado. Pero para eso estamos trabajando estos días, para que el futbolista tenga una idea de lo que se va a encontrar el domingo".
En ese sentido el césped artificial ha sido el protagonista total de todas las sesiones de entrenamiento hasta ahora celebradas esta semana y el Pontevedra ya tiene la experiencia del Baltasar Pujales en esta campaña al haber disputado allí contra el Rápido la ronda de dieciseisavos de final de la Copa RFEF en la que tomaron la delantera en la eliminatoria al imponerse en el partido de ida por 0-1 gracias a una pena máxima transformada por Carlos Ramos.
En la plantilla cabe además cierto aroma de revancha, ya que la derrota sufrida en casa contra los aurinegros en el partido de la primera vuelta en Pasarón (1-2) escoció mucho en el seno pontevedrés, generando las primeras dudas en un equipo al que se le empezaban a ver las costuras en el arranque.
