Los días van pasando en el Pontevedra CF, y todo parece indicar que desde el club se va a apostar por Luismi para ocupar el banquillo de Pasarón el próximo día 7 de enero cuando regrese la liga en el choque de Pasarón ante el Celta B.

La decisión de la dirección deportiva de que fuese el técnico de División de Honor juvenil el que dirigiese los entrenamientos del primer equipo tras la vuelta de las vacaciones navideñas fue ya toda una declaración de intenciones, ya que de forma interina se podría haber apostado también por Tonete o por el propio Roberto Feáns en el caso de que solo se fuesen a dirigir unas pocas sesiones de entrenamiento.

En ese mismo primer día de trabajo del técnico vigués con la primera plantilla, el director deportivo mandaba un mensaje claro. Si no se firmaba a un nuevo entrenador antes del fin de año, lo más probable sería que Luismi fuese el encargado de dirigir ya al equipo en la semana de entrenamientos para recibir al Celta B, algo que tiene todas las papeletas para ocurrir a día de hoy. El mensaje de Feáns ya hacía entrever en aquel entrenamiento del pasado martes que la decisión de la continuidad del técnico de los juveniles era más que probable. Sus frases de "a veces las soluciones están en casa", "Luismi es una opción que está ahí" o "a veces buscamos fuera lo que ya se tiene en casa", fueron como globos sonda para medir la predisposición general a la posibilidad de hacer una apuesta arriesgada tras cesar a un hombre querido en la casa como Luisito.

No firmar por firmar

La postura del consejo de administración es clara. En estos momentos ningún entrenador en paro te puede garantizar nada. Los nombres que podrían interesar a la dirección deportiva hoy por hoy, con la inflación que hay en un mercado que peinan muchos equipos en estos momentos, podrían llegar a hipotecar al club en un momento de recuperación económica sin que tampoco esté garantizado el fin de la crisis deportiva. Otras opciones que quizás se ajustan más al plan económico del club no convencen a la dirección deportiva y en ese sentido lo que no se va a hacer en el seno granate es firmar a un entrenador nuevo, solo por firmar a alguien.

Es ahí donde entra en escena Luismi, conocedor de la casa como jugador y con un recorrido ya en el staff de entrenadores de base que le permite tener ya unos conocimientos del plantel del primer equipo como para no tener que empezar de cero como sí harían otros entrenadores. El hasta hace nada técnico del juvenil le ganaría así la partida a muchos de los nombres que durante más de diez días han ido sonando en el mundo de los rumores como José Aurelio Gay, David Vidal, Rubén de la Red, Alejandro Menéndez, Fredi Álvarez o Andrés Palop.