El Arxil ganó la guerra. En un derbi intenso, apasionante y competido hasta el final, el equipo local dio un golpe en la mesa al imponerse a un Kemegal Cortegada que llegaba a Pontevedra en una dinámica de cinco triunfos consecutivos.

No auguraba el comienzo lo que finalmente sucedería en el desenlace. El equipo vilagarciano comenzó como una apisonadora. Dirigido por Sara Gómez, las visitantes dominaban en todas las facetas. El 3-13 inicial, con un 0-11 de parcial hizo que Mayte Méndez pidiese tiempo muerto a los siete minutos.

El Kemegal parecía dispuesto a ganar sin preguntar y amplió su renta hasta el 5-16, su máxima durante el encuentro. Entonces el Arxil reaccionó, apoyado en unas sensacionales Charles y Díaz-Pache. Ambas ayudaron a cortar la sangría del inicio y, a la postre, resultaron claves en el triunfo.

Las de verde comenzaron a jugar más sueltas y con un parcial de 12-0 entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo, devolvieron la igualdad al marcador. Lo que no entraba de primeras, lo hacía tras los rebotes que las de verde ya capturaban. El Cortegada sufría sin Syll, pero ni su vuelta a la cancha sirvió para evitar que las locales se pusiesen por primera vez por delante (22-20) gracias a Lago.

A partir de entonces, el choque entró en un ida y vuelta mucho más trabado en el que las de fuera se marcharon al intermedio 37-38.

Por los mismos derroteros siguió un tercer cuarto lleno de tensión que dejó pasó a un período final con emoción a raudales.

Y el gato al agua se lo llevó al final el Arxil, gracias a que llegó más entero a esos instantes finales. El bloque local defendió más consistente y logró un 13-5 inicial (67-61) apoyado en una gran Díaz-Pache y un triple de Martín sobre la bocina que le sirvió para tomar la iniciativa. El Cortegada no cerraba el rebote e iba a la desesperada en ataque, pero Syll y Salomé no acertaron y el Arxil ganó un partido vital para sus aspiraciones de play off.