"Un monstruo viene a verme"

Ni el inesperado empate en Guadalajara la pasada semana, que dejó la racha de victorias consecutivas en 133, hace ver al Teucro opción alguna de puntuar ante el campeón de las últimas siete ligas. "No tenemos posibilidades", reconocía ayer el técnico Quique Domínguez en la rueda de prensa previa al encuentro que servirá para cerrar la primera vuelta del campeonato.

De este modo, el preparador lerezano destacaba que el hecho de que el equipo culé hubiese roto su dinámica de triunfos no significa que el resultado contra el Condes de Albarei vaya a dejar de ser "previsible". "No hace falta comentar la diferencia abismal entre ambos conjuntos", señalaba Domínguez.

"Es evidente que alguna vez tenían que perder algún punto. Lo venían avisando desde hace tiempo, porque cada vez les costaba más ganar. Pero para que eso pasase, ellos tuvieron que estar muy mal y el Guadalajara tuvo que hacer un grandísimo partido", destacó.

De hecho, el entrenador del Teucro aseguró que después de que "muchos de sus jugadores estuviesen muy por debajo de su nivel, Anaitasuna ya se encontró su mejor versión el pasado fin de semana".

Luchar "por la afición"

Ante esta situación, Domínguez apeló a la necesidad de "realizar el mejor papel posible". "Tenemos que luchar y hacer la mejor oposición posible al Barça, porque nuestra afición tiene derecho a ver su equipo intentarlo y pelear", añadió.

Para el entrenador del Condes de Albarei, "este es un partido fácil de plantear" y aguarda que "la motivación e ilusión de los jugadores no se transforme en frustración si el equipo no es capaz de hacer daño a su línea defensiva y el marcador se dispara demasiado pronto".

Por su parte, Yoan Balázquez destacó que "la motivación en este partido es muy grande" porque jugar contra un equipo como el Barcelona "es un gran honor".