Marcos Álvarez parece haber llegado para quedarse. El extremo de Ortigueira tuvo problemas físicos que le impidieron completar una pretemporada en condiciones. Eso hizo que en sus primeros encuentros, las actuaciones de Álvarez dejasen mucho que desear. Pero poco a poco, el ex del Boiro ha ido cogiendo la forma. Ayer debió jugar en dos posiciones que no son sus predilectas. Y pese a ello, cumplió con creces. Marcos fue el mejor de la primera parte como carrilero derecho. De sus botas surgieron sus mejores centros. Posteriormente debió jugar como lateral derecho y rindió como un defensa más. No se pudo sumar al ataque, pero no le desbordaron. Fue un multiusos prolífico.